domingo, febrero 15, 2009

Como nos volvimos los ladrones de nuestras perlas.

Fecha: 2 de febrero de 2009
Distancia (kms): 0
Paso: -
FCP (Puls/min): -
Ruta: -

Antes de entrar al relato que da titulo a esta entrada solo un comentario. La lesión de la espalda no ha dejado de dar lata, por lo que dejé de correr, solo algunas muy infrecuentes caminatas con Rebeca
. Lo malo es que dejé de correr, pero no de comer, así que he desarrollado un cuerpo de dios, aunque en mi caso sea buda. Tampoco quiere decir que no estoy en forma, a final de cuentas la esfera es una forma.
Pero mi propósito es volver a correr, espero que la espalda lo permita, por lo que lo haré poco a poco, como hace años que comencé.
Por lo pronto retomo este relato.
Resulta que como cada año la primer semana de febrero se llevó acabo el show de gemas, joyas, fósiles y minerales de Tucson. En cuestión de gemas y joyería el mayor del planeta, supongo que en minerales y fósiles también.
Para "Perlas del Mar de Cortez" es un evento muy importante, no por las ventas, sino por la promosión. Así que año tras año asistimos.
Este año salimos en el primer equipo Enrique y yo, la misión era pasar las perlas, montar el booth y atender a los clientes los primeros días.
La parte pesada es el pasar las perlas, la burocracia en ambas aduanas, estadounidense y mexicana, es mucha, pero con el narcotráfico se ha puesto peor.
Lo que hacemos es contratar una agencia duanal que se encarga de los trámites del lado mexicano, tiene su contraparte en el lado americano, ellos se encargan de contratar a un transportista, quien es él que fisicamente las pasa por las aduanas.
Así que la labor es dejarlas en la agencia del lado mexicano, con todas laformas que deben acompañarlas, irnos al lado gringo y recogerlas cuando hayan pasado. Como sea los tiempos son fundamentales así que hay que estar temprano en Nogales.
Así pues el lunes 2 de febrero, a las 3:30 a.m. salimos de Guaymas. Esta hora de por si es pesada, pero si consideran que Pancho, un gran amigo aquí en Guaymas, y yo nos juntamos el día anterior a ver el Super Bowl e ingerimos una incontable cantidad de cervezas mientras grtabamos y pegábamos de brincos, aceptarán que para mi el haber estado listo fue una proesa.
Así que en el carro de Enrique iban muchos bultos, que incluían todo lo necesario para montar el booth, las perlas y mi persona.
Llegamos a Tucson a buena hora, dejamos las perlas en la agencia, desde entonces nos platicaron que la situación estaba pesada ya que los narcotraficantes andaban "clavando" sus cargas en las mercancías que se pasan regularmente al otro lado, además de que la temporada de entrada de vegetales desde Sinaloa estaba en su máximo.
Enrique y yo nos subimos en el carro para esperar al otro lado las perlas. La cola de la pasada nos tomó casí dos horas.
En Nogales contactamos a Tizoc, la contraparte en el lado americano de la agencia y el que había contratado al transportista, nos dijo que el pensaba que para las 5:00 pm estarían ya en su poder. Así que nos fuimos hacer compras, bueno yo iba de fauna de acompañamiento. La verda es que muliplicar el precio en dolares por 10 es comodo, pero hacerlo por 15 duele en la cartera.
Después de las compras fuimos a comer, y luego con Tizoc a checar como iba todo, malas noticias, en la duana mexicana le había tocado luz roja, así que revisión manual, nos hicimos la idea de que las perlas estarían en el lado americano por ahí de las 7:00 p.m.
Así que a seguir haciendo tiempo. Como a las 7:00 regresamos aver que sucedía, malas noticias, le había tocado luz roja en la aduana americana, revisión con rayos x, además mientras estuviera en la aduana gringa el chofer debe apagar teléfono y radio, así que sin comunicación. Pues ni modo, fuimos a cenar.
Despúes de cenar regresdamos, ya nos quedamos en la oficina a esperar. Pasaron las 8:00, las 9:00, Tizoc comenzó a marcarle al dueño de la compañía transportista para ver si tenía noticias. No sabía nada.
Por las 9:30 el transportista, el dueño, le marcó a Tizoc diciéndole que se le hacía raro, que sería bueno ir a checar si no estaba el camión del lado americano, en el estacionamiento donde los dejaban en las noches, a unos metros de la línea.
Así que Tizoc, Enrique y yo nos subimos en el carro de Tizoc y fuimos a investigar. En efecto, ahí estaba, pero sin chofer y, obviamente, todo cerarado, con candado. Así que a marcarle al transportista a ver si sabía donde encontrar al chofer o a las llaves.

La respuesta fue que él, el transportista, tenía copia de la sllaves del candado del camión. Tizoc y el transportista se pusieron de acuerdo, se verían en la reja de la línea, ya estaban cerrados las puertas, y le pasaría las llaves del candado. Así llegamos cerca de la reja, para los que conocen el cruce fronteriso de Mariposa, en Nogales, nos estacionamos donde uno deja el carro cuando se va a pedir permiso para ir más allá de Tucson. En el carro nos quedamos Enrique y yo, mientras Tizoc iba a la reja a buscar las llaves.
Apenas se bajó él, Enrique y yo comenzmos a alucinar, "¿y si nos cae ahora la migra?", inmediatamente le dije: "pos' yo dejé todos mis papeles en tu carro".
"¿Y SI ES LA DEA?"
, la respuesta: "pos' ¿aunque trajera papeles, que les decimos?"
En eso se aparecieron como cuatro personas, me quice meter bajo el asiento...
Era Tizoc y otras perosnas que no supe, ni quise saber, quienes eran. "Ya tengo las llaves"
Agarramos para el estacionamientos, nos bajamos y....
¡LAS LLAVES NO ERAN LAS DEL CANDADO!
Nos subimos al carro, y mientras nos movíamos Tizoc le marcó al transportista para avisarle que las llaves no corresondían. La instrucción fue clara, tenámos autorización a "volar" el candado. Así regresamos a la "oficina" de Tizoc, que es un pedazo de un bodegón que comparte con los dueños del mismo. Buscamos algo con que romper el candado, encontramos unos grandes alicates, diseñados para ese tipo de cosas y regresamos al lugar del camión.
Piensen en la situación, unos metros de la barda de una frontera que se enecuentra saturada del comercio de drogas ilegales, 10 de la noche, para colmo de males al lado del camión estaban como 4 personas intenstando remolcar un carro desde otro, y llegan 3 individuos a "volar" el candado de un camión.
La acción fue rápida, Tizoc se bajo con los alicates, cada brazo medía un metro, yo junto a él. Tizoc "Tronó" el candado, los que querían remolcar el carro se congelaron y nos observaban, yo apuraba a Tizoc, apenas "tronó" el candado, abri la puerta del camión, meti las manos y saqué el "paquete", se lo aventé a Enrique, "este es" respondió.
Nos subimos y arrancamos, por la ventana alcancé a ver a los que estaban queriendo remolcar el carro, tenían cara de espanto.
Solo paramos en la oficina de Tizoc para contar que todo estuviera en orden y salimos camino a Tucson.
Acababamos de robar nuestras perlas.


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