domingo, noviembre 21, 2010

Why we run.






Tres semanas a las carreras, por desgracia no de carreras, hasta esta última semana pude volver a correr con normalidad.
El mes comenzó mal, la Tía Amina murió, la hermana de Beto, mi suegro. Rebeca tenía muchas ganas de ir a Mazatlán, para estar con Aminita, su prima, pero yo iniciaba viaje el jueves y no podía llevarla. Así que no pudo ir. La Tía Amina fue muy especial para Rebeca, con regularidad me platicaba las anécdotas de los viajes al D. F. a ver al Tío Aby, en que la Tía los acompañaba. Yo la conocí en Mazatlán, cuando hacía mi servicio social en la estación del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM. Rebeca fue a pasar unos días con Mamá Helen, su abuela. Amina se dedicó a facilitarnos las cosas a rebeca y a mi, varias veces que salimos era en el carro que ella nos prestaba. Desde enetonces le agarré cariño. Así la recordaré siempre.
Entre el jueves 4 y viernes 5 me la pasé por el sur del estado visitando operadores de agua para detectar oportunidades, ahora en equipo con Edutecno.
El viernes regresé a tiempo para reunión del consejo consultivo con el presidente Municipal y los Diputados federal y estatal de Guaymas.
El sábado a arreglar mis cosas para viajar el domingo. Rebeca me puso en el camión con destino a Hermosillo para tomar vuelo al D. F.
Del aeropuerto directo a casa de Soco, que recientemente se recibio de licenciatura, con mención honorífica, admirable que a los 56 años siga con tantas inquietudes.
De ahí con Joaquín y Lolita a alcanzar al resto de la familia a comer. Buena comida familiar, siempre el compartir con mi Papá, hermanos y sobrinos es un placer.
Acabando de comer a Cuernavaca, dormí en casa de Rosario y Augusto ya que este último me había organizado un día de actividades en Morelos el lunes.
El martes 9 salimos de casa de augusto temprano al D. F., para el verdadero motivo del viaje. Diane Pérez nos había invitado a Augusto y a mi a su programa, Respuesta Oportuna, con Martha Guzmán, para hablar de la tecnología Aita. La entrevista estuvo bien, se puede ver aquí. En la tarde estuve con mi Papá, tuvimos la oportunidad de compartir unas "cucharadas" en la noche, algo que siempre me gusta hacer con él cuando puedo.
El miércoles me tomó 2 horas llegar a un desayuno y con eso se acabaron mis planes del día, regresé a casa de Papá solo a agarrar equipaje para salir al aeropuerto.
De regreso en Guaymas me sentí cansado, así que no hice intento de ir a correr.
El fin de semana estuve echado, goce que los Pumas clasificaran a la liguilla, aunque de pansazo, ganándole al América.
Durante la semana me encontré con que tengo que retrabajar dos propuestas que consideraba ya casi a punto de cerrar. Sufrí viendo a los Pumas perder ante Cruz Azul, que ayer nos dieron la alegría de derrotarlos en el estadio Azul y eliminarlos nuevamente (al parecer tienen una maldición los pobres). Pero lo principal fue que al fin pude volver a mi rutina de corridas.
Todo lo anterior lo hice con mi Kindle de compañero (si no tienen uno les recomiendo que lo adquieran), leyendo, entre otras varias cosas, el libro que le da titulo a esta entrada. "Why we run" de Bernd Heinrich. Para todos aquellos que les gusté la biología, tengan interés en evolución humana y sean corredores esta debe ser una lectura obligatoria.
Heinrich es un Dr. en biología, con una vida interesante. El libro combina un poco sus memorias, con un análisis de estrategias de distintos tipos de animales para realizar su actividad física, comparándolos con nosotros y tomándolos como guía para prepararse para un ultramaratón de 100 kms. Lo gocé de principio a fin, en especial el capítulo 13, donde con base a los capítulos anteriores analiza como nos convertimos en animales corredores de distancia. Por cierto, cierra platicando su ultramaratón, que gana y establece un récord mundial para aquel entonces.