lunes, noviembre 12, 2012

Segundo Medio Maratón Guaymas-San Carlos

11 de Noviembre,2012.
Pues llegó el día del medio maratón y yo más puesto que un calcetín.
Desde temprano llegué al Playas de Cortés a tomar el camión para ir al punto de salida. El camión se llenó, hasta competidores parados habían.
No todos iban a correr el medio maratón, a una parte los dejamos en el delfinario, donde sería la salida para la carrera de 6.5 kms.
El resto llegamos al punto de salida en San Carlos, justo frente a donde comienza el camino a Algodones, como a las 6:30.
Además de los corredores que íbamos en el camión en ese lugar habían otros más. En total hubimos  90 corredores.
Cuando vi que la salida estaba próxima le marqué a Rebeca, "calcula que estaré llegando como a las 9:30", calculando unas 2 horas y media de tiempo. En ese momento tuve el primer indicio de que mi tiempo estimado de carrera no estaba a la altura de los otros competidores, todos los que estaban a mi alrededor que escucharon a que hora pensaba llegar pusieron cara de sorpresa.
Pero no me preocupe, desde el sábado de la semana anterior, que corrí 18 kms para ver si podría aguantar el medio maratón, ya sabía que mi tiempo sería malo.
El siguiente indicio de que mi tiempo sería bastante mayor que el del resto de los corredores fue cuando se dio la salida.
Se dio la señal y se fueron, todos...
Si literalmente me dejaron totalmente solo. Por un momento pensé en gritarles: "¡¡HEY, ESPÉRENME, ¿CUAL ES LA PRISA?, NI QUE FUERAN CARRERAS!!"
Pero inmediatamente recordé que ese era precisamente el caso, entonces decidí no precipitarme, esperar al primer km para ver que ritmo llevaba y entonces decidir que tanto más podía acelerar el paso.
Al llegar al km 1 el programa que uso en mi teléfono me dio los datos, 6:24 en el primer km, tiempo estimado para terminar 2:15:00. Lo cual era un problema, yo había estimado correr a 7 min/km para acabar en 2:30. Resultaba que corriendo a un ritmo mayor estaba no solamente muy atras del pelotón, sino que la distancia aumentaba a cada paso.
Así que tenía 2 opciones. La primera era acelerar para alcanzar al pelotón, en un ritmo que estaba totalmente seguro no podría mantener, por lo que no terminaría la carrera. La segunda, correr a mi ritmo, en el que me sintiera cómodo y disfrutar de mi música y el paisaje, para terminar en el tiempo que fuera sin ninguna preocupación.
Así que, obviamente, tomé la segunda opción.
Afortunadamente, había hecho una muy buena selección musical y la ruta tiene muy buenos paisajes. Además la corredora que estaba menos lejos de mi estaba de bastante buen ver, así que el paisaje se enriquecía.
Agarré mi pasito "tun tun" y continué con mi carrera.
Al llegar donde comienza el camino al delfinario, propiamente la parte escénica de la ruta, alcance y pasé a la competidora que venía frente a mi, de hecho los demás estaban tan lejos que ya ni los veía.
Precisamente al llegar a la cima de la primer colina, donde se ve por primera vez el Estero del Soldado, comenzó "Thick as brick" de Jethro Tull, que es de mis preferidas, las dos pistas del disco original las tengo pegadas en una sola, con más de 45 minutos de duración. Así que gozaría de los mejores paisajes con una de mis rolas preferidas.

 Hay dos cosas que distinguen este pedazo de la ruta, los paisajes y las colinas. Cada colina es más empinada y alta que la anterior (en una de estas colinas rebasé a otra competidora), hasta llegar a la colina que está entre el delfinario y Tinajas. Yo, que en mi ruta larga de entrenamiento pasó por esta colina 2 veces, una de ida y otra de regreso, le llamo "la quebranta-espíritus".
Al llegar al km 15 y contemplar la "la quebranta-espíritus" uno no sabe si reír, llorar o ponerse a rezar. La verdad es uno hace las 3 cosas. Primero uno reza para pedir ayuda para poder subirla, cuando va uno a la mitad dan ganas de llorar, pero ya que uno llega a la cima y contempla el paisaje de la Bahía de Bacochibampo dan ganas de reír. Pasando esta colina ya todo es un día de campo.
la carrera sigue por Tinajas y luego el camino que lleva hasta el Boulevard Luis Encinas, esta es la parte menos agradable de la ruta, por fortuna fue en donde hubo alguna gente echando ánimos a los corredores.
De que uno entra al Luis Encinas ya es pura bajada, así que hasta acelera uno el paso, de bajada hasta las piedras ruedan.
Aquí estaba mi porra oficial esperándome para echarme ánimos y tomarme fotos, Rebeca, Lizet, que no se ve en las fotos porque ella estaba detrás de la cámara, Sergio y Fernanda (que se alacanza a ver entre las piernas de su Papá).

Las fotos son como a 500 metros de la meta.
Por fin llegué al final, 2:22:32, que fue un buen tiempo, considerando que yo había estimado correrlo en 2:30:00. Lo más importante es que lo gocé como enano.

Los organizadores nos tenían un buen desayuno a los competidores, el cual me deglutí con singular alegría.
Según los resultados oficiales fui el séptimo lugar de la categoría 50-54 años, que suena bien, pero la verdad es que solo fuimos 7 en dicha categoría (es más fui el último varón en cruzar la meta).
Pero en mi sistema de clasificación sigo imbatible en mi categoría, ¿que cual es mi categoría?, la formada por todos los competidores varones nacidos el 5 de mayo de 1959 en el hospital Francés de la Cd. de México.
Ya, más tarde, en casa y después de un buen baño me di mi premio.

Para el próximo año estaré atento y, ahora si, me prepararé bien.

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