domingo, marzo 29, 2015

AYPAYO

Carreras desde la última entrada.
8.95 kms, 24 de febrero.
6.08 kms, 26 de febrero.
9.14 kms, 28 de febrero.
8.80 kms, 5 de marzo.
8.80 kms, 7de marzo.
9.07 kms, 10 de marzo.
8.58 kms, 12 de marzo.
8.50 kms, 17 de marzo.
8.45 kms, 19 de marzo.
11.6 kms, 21 de marzo.
8.49 kms, 26 marzo.
8.49 kms, 28 marzo.

Pues más de un mes sin ninguna entrada en el blog, se supone que no lo iba a descuidar y ahí voy de nuevo.
Pues sigo sin agarrar el ritmo de 3 corridas por semanas, algunas lo he logrado, pero no regularmente. Ya en al menos una carrera pasé de los 10 kms, la verdad es que según mis planes ya debería llevar al menos dos.
Por otra parte la primavera me tiene motivado, ya estoy echándome un buen brinco después de cada carrera y a medio día rompo la rutina con otro brinco, y juego con la Pola aventándole una pelota desde la alberca.
Este mes ha sido muy curioso, mientras que en Febrero todo iba lento, en Marzo todos se junto, varias reuniones y propuestas de trabajo, proyectos ejecutivos, me invitaron al patronato de la Universidad Tecnológica de Guaymas, en fin, con mucho trabajo, pero contento.
Este fin de semana hicimos un "break" Rebeca y yo de nuestra rutina. Armando, mi cuñado, y Ana nos pidieron si podríamos cuidar a sus hijos, Helen y Mayo, mientras ellos iban a una boda. Para los que no están al tanto de la familia eso podrá sonar como algo sencillo, pero Armando y familia viven en Nogales, Rebeca y yo en Guaymas y la boda era en Hermosillo. Así que implicaba un fin de semana totalmente distinto a lo usual.
El sábado me levanté tarde para correr, pero aún así no quise cancelar la corrida. Entre varios desayunos de trabajo y prisas para sacar 2 propuestas y un proyecto ejecutivo solo había echo una corrida, además me tocaba una carrera larga. Así que después de las 7:15 inicié la corrida, el plan era correr 11.5 kms.
Cambio de planes, acabe corriendo solo 8.5, el sol estaba ya muy fuerte y no le quise hacer al fakir.
Llegué directo a brincar a la alberca, barrí el patio y regué plantas, otro clavado. Luego un rato de relax, leyendo y escuchando música en la terraza. Comimos, me eché una siesta y agarramos carretera.
La idea, llegar a Hermosillo a tiempo para ver a la selección contra Ecuador.
Llegamos al Hotel, como lo sospechábamos los Tirado Torrero aún no llegaban.
Cuando llegaron vi el carro que se estacionaba frente a la entrada del Loby y fui a recibirlos, ahí me compraron los niños, Mayo y Helen corrieron a abrazarme.
Rebeca y yo tomamos posesión de los niños. Agarramos el cuarto y mostramos que somos de pueblo, primero en el elevador por más que apretábamos el botón del piso al que íbamos no pasaba nada. Pedimos ayuda y llegó un señor y nos dijo, "Miren la tarjeta llave de su cuarto la pone junto a este sensor y el elevador funciona", OHHHHHHH
Llegamos al cuarto, en donde yo poensé que debía insertar la llave no había ranura, pero le acerqué la llave y se prendió una luz y pude abrir la puerta. OHHHHH
Inmediatamente quise prender la tela, ya casi comenzaba el juego, después de varios intentos de no poder prender la tele y las luces del cuarto marqué a la recepción. Inmediatamente llegó una persona. "Mire señor en este aparato, en la ranura, pone su llave y todo funciona", puse la llave y prendieron las luces.OHHHHH
Me senté en la cama y prendí la tele, el juego estaba por comenzar. En eso los niños reclamaron atención, la Helen quería ir a la Alberca y Mayo ver una película en el Ipad.
Rebeca llevó a la Alberca a la Helen, mientras yo veía el fútbol y en una mano detenía la Ipad de mayo y cada cierto tiempo volteaba, y le decía, "Mira, ¿ya viste?".
Subieron Rebeca y la Helen para el segundo tiempo, yo seguía deteniendo el Ipad, diciendo, "Mira, ¿ya viste?".
Armando trajo de cenar pollo, Ana nos trajo todo lo que era necesario para entretener a los niños y se fueron a cambiar. Al rato regresaron ya muy emperifollados, para despedirse.
Acostamos a los 2 niños en una cama, Mayo con el Ipad y Helen viendo una película en un DVD portátil. Ambos se quedaron dormidos cada uno con su gadget respectivo.
A mitad de la noche a la Helen le dio un ataque de tos, Rebeca la atendió la llevó al baño y, afortunadamente, encontró una pastilla para chupar en su bolsa, con eso se acabo el ataque.
Ya en la madrugada nos encontramos a Mayo al pie de la cama, diciendo "AYPAYO".
Rebeca y yo nos extrañamos, ¿que será eso?, pero aprovechamos (dirá Rebeca, "me suena a multitud") para revisar si el pañal estaba limpio, que no lo estaba. Lo limpiamos (nuevamente Rebeca: "me suena a multitud") y regresamos al cuarto.
Mayo seguía diciendo "AYPAYO", Rebeca y yo nos preguntábamos que es eso.
¿Quieres plátano?, NO, AYPAYO.
¿Quieres agua? NO, AYPAYO.
En eso entendimos lo que decía era "IPAD Yo", le dimos su Ipad, se acostó con Rebeca, yo me fui a la otra cama, con la Helen y nos quedamos dormidos otro rato.
Como a las 8 nos despertamos, se bañó Rebeca y en eso apareció Armando para ver si sus hijos habían sobrevivido.
Después de desayunar y platicar un rato, nos dio la hora de regresar a Guaymas.
En el camino le comenté a Rebeca, necesitamos nietos, porque tu y yo ya estamos abueleando.