domingo, febrero 15, 2009

"The long way home"

Fecha: 5 de febrero de 2009
Distancia (kms): 0
Paso: -
FCP (Puls/min): -
Ruta: -

Pues en Tucson nos fue bien, pero tuve que abandonar a Enrique, ya que el 6 de febrero tenía que estar en CD. Obregón para ver a unos clientes de las plantas de tratamiento.
Así que el miércoles 4 compré boletos de camión para regresar a Guaymas. Yo, que regularmente no viajo en camión ("¿Yo en camión?" hubiera dicho mi tía Elsa), se me hizo facil ir a la estación de los Greyhound, pegada al show donde nos encontrabamos, al ver que estaban los "Cruceros" se me hizo fácil comprar boleto.
Cuando le platiqué a Rebeca me hizo muchos cuestionamientos, "¿Porque no Tufesa?", respuesta "¿Dondé fui no había Tufesa?"; "¿Porque no me preguntasté?", "no pensé que fuera necesario"; "¿Es diercto?", "No, en Nogales cambio de camión"; "Vas a venir llegando a las 4 de la mañana", "No, a las 2:30 estoy en Guaymas".
Como todo buen varón mexicano colgué diciendo que tenía una mujer muy alucinada, que hablaba sin saber.
Al principio todo parecía ir muy bien, salimos con unos 15 minutos de atrazo. El camión bien, a secas, la pelicula que pusieron "Eagle eye", sangrona pero interesante, lo malo es que antes de acabar la quitaron. Como sea todo estaba bien.
Las cosas se comenzaron a complicar en Nogales, Arizona. Ademas de la parada hubo cambio de choferes, así que hicieron una revisión, el que venía manejando menciomó que una luz frontal no servía (¿como viajamos de Tucson a Nogales?). Pero el que se subía encontró una gran mancha de aceite abajo del eje tracero. Subió al camión, agarró el micro de la radio y escuché (mi lugar estaba inmediatamente atrás del chofer): "Central, el carter está tirando todo el aceite, dudo llegar a la central".
Supuse que la central era en Nogales, Sonora.
Arrancamos, llegamos a la fronetra, nos bajaron a pasar aduana. Cola para pasar, me puse al principìo, semáforo y ¿saben que?
Si, luz roja, afortunadament no traía mucho que revisar.
Subir nuevamnete al camión. "Central, ¿ya saben como proceder?, este camión no puede hacer el viaje a Hermosillo", escuché que decía el chofer: "que bueno que cambió de camión", pensé.
Llegamos a la central y el chofer se paró y dijo: "Pasajeros con destino Hermosillo, esta unidad requiere ser cambiada, ¿Desean esperar o ver si los podemos acomodar en otra unidad?".
"Pobres", pernsé, me bajé, pregunté cual era mi camión y me diriji a él. Subieron mi equipaje, me subí y...
CASI GRITO, solo faltaban gallinas en su interior.
Me indicaron mi asiento, me senté y se subió un enmascarado, bueno, un ente con un pasa montañas que solo permitía ver sus ojos. "El subcomandante Marcos", pensé, pero como este cuate medía como metro noventa inmediatamente me di cuenta de que no era así.
¿Saben dónde se sentó?
En efecto, en el asiento contiguo al mío.
Cuando comenzaba a preguntarme porque no arrancábamos vi que se subieron un grupo de gentes que se me hicieron familiares. Los pasajeros del camión de Tucson que iban a Hermosillo.
Arrancamos y pensé, "bueno, me dormiré"...
Ingenuo, sonó un estruendo, la película comenzaba.
El camión no tenía "surround sound", más bien "ultradesmadre sound", hasta taquicardía me dió. Para colmo de males la película era "Transporter 3", con ese titulo no tengo más que explicar. Balazos y explociones cada segundo".
No solo no dormi, sino que hasta taquicardía me dió.
El camión se paró en cada lugar que pudo, inclusive en lugares a mitad de la carretera...
Además de la película tuve otro problema, el del pasamontañas y yo nos la pasamos todo el camino en una competencia para que no me clabara su codo en las costillas. Jamás se nos ocurrió platicar para negociar, fue una competencia codo a codo, los dos finjiendo dormir, por ver quien ganaba el descansabrazos intermedio.
LLegando a Hermosillo nos venció el sueño.
Por fin quedé dormido, en gran parte porque la película se acabó y yo y mi vecino caímos dormidos.
Repentinamente sentí que alguien me movía, "¿Va Ud. a Guaymas?", era el chofer. Había conseguido acomodarnos a los pasajeros que ibamos a Guaymas en otro camión y ahorrarse una parada.
Medio sombi y por instrumentos llegué al otro camión, subí y quedé impactado, limpio, amplio, asientos totalmente reclinables. No pregunté más, me subí y caí dormido.
No sé a que horas salimos de Hermosillo, estaba ya en el quinto sueño, lo que sé es que cuando me desperté y moví las cortinas me encontré con la Chrysler a la entrada de Guaymas Norte. Había dormido tan bien que casi me paro gritando: "¡¡OTRA VUELTA, OTRA VUELTA!!"
Me contuve y le marqué a Rebeca, "Ya estoy llegando"
Cuando me bajé del camión en la terminal eran las 4:00 am, afortunadamente al recogerme Rebeca no me dijo nada...
A las 10:30 a.m andaba en la carretera camino a Cd. Obregón para ver a los clientes.


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