sábado, enero 06, 2007

Seré bruto...

Fecha: 5 de enero de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'32”/km
FCP (Puls/min): 148
Ruta: Estero del Soldado
Clima:fresco, seco.
Divagaciones:
Ahora si ya me siento en el "tapering". Nunca he sabido como traducir ese término al español, es lo malo de que todo lo que he leído de correr es en inglés. Pero digamos que es el "aflojeramiento" que se debe tener semanas antes de la carrera. Podía decir que la comencé desde el 9 de diciembre que corrí la última corrida de 31.65 kms, tres cuartos de maratón. A partir de ahí comencé a bajarle al kilometráje. Pero siendo estricto diría que las carreras largas de las siguientes 3 semanas aún fueron lo suficinetemnte largas como para decir que ya estaba en el "tapering".
El problema con este periodo de "aflojeramiento" es que ya con la emosión de estar cerca del gran día, ya menos de 10 días, que uno se emosiona. Pero es mejor cuidarse, no arriesgarse tontamente a una lesión y comer bien, en ferenecia a calidad, no cantidad.
En todo esto pensaba mientras corría, también pensaba en mis hijos y Rebeca. Se encuentran en estos momentos en Monterrey. Guille comienza sus estudios de profesional, en diseño industrial. Mariana se muda del departamento en que vivía a uno que encontró con dos habitaciones para vivir con su hermando. Mi mujer, que es una madre absoluta, se fue con ellos a ver que su bebé no tuviera problemas al inscribirse y que sus dos criaturas quedaran bien instaladas.
Así pues estoy completamente solo...
La corrida estuvo muy rica, hacia el oeste se veían unas nubes, más allá de San Carlos, pero al esté todo estaba despejado con sol. Precisamente donde se acababan las nubes e iniciaban los cielos azules estaba la luna llena. Para complemento, mientras disfrutaba del paisaje, aparecieron dos hermosos cuervos, que me dieron varias vueltas acompañándome un rato, me encantan esos pajaros. Estoy seguro de que saben cuando trae uno una cámara, ya que cuando la traigo brillan por su ausencia.
Total acabé la carrera y llegué al carro. Saqué de mis shorts las llaves y las dirigi al ojo de la cerradura de la puerta...
¿Han tenido algún momento en que dudan seriamente de su inteligencia?
Cuando observaba la llave que tenía en la mano y la cerradura en que la quería meter pensé, "que bruto soy"...
Levanté las llaves, a la altura de mis ojos y las contemplé intensamente, como si ello pudiera cambiar la situación en la que me encontraba. "Que bruto soy", exclamé, ahora si en voz alta.
Cuando corro la ruta del estero del soldado me voy en carro, el que estaciono al final de la colonia Tinajas, desde donde inicio la carrera.
El llavero de mi carro es de esos que se separan en dos partes, así que cuando termino de ponerme mis "gadgets", separo el llavero, dejándo la parte que tiene las llaves de la casa en el carro, y me guardo las otras en el short. Reviso que esté bien cerrado el carro y me voy a correr.
Pues las llaves que observaba con incredulidad frente a mi carro eran las llaves de la casa...
Si, me había equivocado de mitad del llavero y había aventado dentro del carro sus llaves y luego me había cerciorado de que todas las puertas estuvieran cerradas.
Así que me encontraba como a 6 kms de casa, sin teléfono para pedir auxilio (si, también estaba dentro del carro).
Me puse a pensar a quien conocia en los rumbos de Tinajas para darle la lata. Los único que se me ocurrieron fueron Gaby y Javier Seldner, pero a esas horas no me sonaba que estuvieran en casa.
En eso se me ocurrió mejor Sergio Farell, era cosa de caminar un poco más de 2 kms, pero él de seguro estaría en su negocio, el vivero.
Así pues caminé al vivero, donde Sergio me rescató, siempre es bueno tener amigos.

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