miércoles, enero 03, 2007

Libre de Santander-Serfin

Fecha: 2 de enero de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'15”/km
FCP (Puls/min): 148
Ruta: Estero del Soldado
Clima:fresco, seco.
Divagaciones:
La carrera la hice a medio día, en la noche sentí algo de irritación en la garganta y consideré que no convenía arriesgarme a una enfriada, no sea que Mocoman ataque de nuevo.
En la corrida del domingo pasado hicé un balance del año, ahora fue más contemplativo, disfrutando mi música y del espectáculo escénico. Pero me di cuenta que de que como corredor no hice aún un balance, yo creo que será mejor hacerlo después del maratón.
Llegué de correr, comencé a hacer llamadas en "mi oficina", salió una nueva propuesta para una planta de procesamiento de aguas residuales. En eso estaba cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?
Pues no era del banco Santander-Serfin, pero si de un despacho legal que los representa. Pues resulta que de la tarjeta vieja que tenía de ese banco contaba con un adeudo. Me declaro culpable, me fui de vacaciones y se me olvido pagar. Tenían razón en buscarme y pasar mi adeudo con un mes de vencimiento a un despecho legal. De seguro los $109.00 de mi deuda debe tener al banco en serios problemas.
Fui al banco a pagar, para asegurarme que todo quedara saldado y cancelar la tarjeta. Había una cola formidable, los jubilados del seguro estaban cobrando su pensión. Me di media vuelta y regresé a casa, "lo haré mañana", pensé.
Llegué a casa, me puse a trabajar en la nueva presentación cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?, si del despacho legal nuevamente.
Tomé aire y le pregunté a la Srita, "Dígame Araceli", ya ven que siempre se identifican (y es bueno apuntar los nombres), "¿me puede dar el total del adeudo para que quedé todo saldado?"
"Si, Sr. Soberón, $423.00".
Pobre banco, ¿cuanto estará gastando para que yo pague un poco más de 400 pesos?
Así que me comprometí a hacer el pago inmediatamente, colgué me metí a la banca electrónica de bancomer y en 5 minutos ya estaba.
Le hablé a Araceli para informarle que había cumplido. No estaba ella, pero una Maribel me tomó la llamada, me pidió el folio de la transacción, se lo dí y me dijo que ya estaba todo resuelto.
Un poco después de comer sonó el teléfono, ¿quien creen?. Si en efecto, del despacho, para pedirme que pagara. Tomé aire les expliqué que ya estaba pagado y que ya les había dado todos los datos de la transacción. Me pidieron disculpas, pero me pidieron todos los datos nuevamente. Se los dí y pedí instrucciones para cancelar mi tarjeta. "Tiene que ir al banco a solicitarlo, cuando lo hagan tiene que pedir un folio de cancelación, es importante para cualquier aclaración".
Como era tarde tendría que dejarlo para el día siguiente (hoy).
Como el conato de gripa no se me quita me levanté un poco tarde. La casa era un mini caos, Guille tuvo ayer "chorcha" de despedidad. Aunque debo aceptar que, comparado con las "chorchas" anteriores, dejaron levantado.
Desayuné, me bañé, me disponía a ir al banco cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?.
Pues no, nada relacionado con Santander. Era del Tec, buscando a Guille. Lo desperté ya que supuse que serían instrucciones para su inscripción. Eso era, pero faltaba el "registro administrativo", o sea aún no habíamos pagabamos la inscripción. Así que me metí a internet, rápidamente obtuve el monto a pagar y pagué por la computadora.
Por fin salí al banco, nuevamente había un gentío. Para colmo solo había una ejecutiva atendiendo, ¿para que poner 4 escritorotes si solo hay una persona atendiendo?. Delante de mí había 3 personas, así que esperar.
Por fin llegó mi turno. Cuando le expliqué mi asuntó, y le mostré el comprobante de pago que llevaba. "Eso es de otro banco". Yo creo que me puse de color rojo profundo porque inmediatamente puso cara de preocupación. "Señorita, si revisa el papel se dará cuenta de que es un comprobante de la transacción de la Banca electrónica de ese banco, que si me atienden bien, para pagar la tarjet de su banco, que es un martirio". Me pidio el número de tarjeta y mientras consultaba en la computadora me dijo, "esto no lo puede hacer aquí, tiene que hablar a este número 800, apriete la tecla 2", mientras hablaba escribía, "y pida que se la cancelen. Pero no va a poder porque tiene un saldo a su favor de $0.34". Al poner yo cara de interrogación me dijo que tendría que hacer un pago por esa cantidad para dejarla en ceros. "Srita, ¿que puedo pagar que valga 34 centavos'"
Lo único que se le ocurrió decir es que mejor hablara al número 800 y viera si ahí me podían ayudar. "Srita, su banco es lo peor, que tenga una buena tarde".
Llegué a casa, le platiqué a Rebeca el resultado de mi ida al banco y me fui a mi "oficina". No bien había entrado cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?
Si del despacho, pobre cuate, llegó un momento en que solo escuchaba que me decía, "perdón, perdón, pero ya no me grite". Pues si, tenía razón, él solo cumplía con su trabajo, fregar al projimo. Así que tomé aire pedí disculpas y le pregunté que podí hacer para que ya no hablaran. Se comprometió a que el vería que ya no me hablaran y nos despedimos.
Inmediatamente marqué al número 800, opción dos. Una grabadora, "por favor escriba el número de su tarjeta de crédito", y a teclear 16 números. Supongo que me equivoqué, a las prisas no encontraba mis lentes, porqué me pidió que lo escribiera nuevamente. Lo hice y la máquina me dijo: "tarjeta número" y repitio los números uno a uno, "tiene un saldo positivo al dí de hoy de cero pesos con trenta y cuatro centavos". La grabadora siguía diciendo: "si quiere escuchar su saldo nuevamente apriete el número 2, si quiere....". A esperar, para hablar con un ejecutivo era la tecla asterisco, se imaginarán.
"Por el momento todos nuestros ejecutivos están ocupados, espere en la línea", espara breve y me contestó un Sr. "¿Estoy hablando con el Sr Soberón?", y a expliacrle que quería cancelar mi tarjeta. Me pidió razones, se tuvó que soplar mi respuesta, eso le pasa por preguntar, y me pasó con otro ejecutivo de cuenta, "no cuelgue por favor". Espera un poco más larga. Me contestó una señorita, le dijé para que hablaba, pidió razones, se tuvo que fregar con toda mi retaíla.
Comenzó a quererme convencer de que era un error cancelar la tarjeta. "Por favor cancelé mi tarjeta", respondí. Volvió a decirme mil razones para que cambiara de opinión, "por favor cancelé mi tarjeta". Cuando comenzó a hablar, le dijé, "por favor cancelé mi tarjeta". "Pero Sr. Soberón...." empezó a decir, "por favor cancelé mi tarjeta", la interrumpi. "Pero...","por favor cancelé mi tarjeta". "Per...","por favor cancelé mi tarjeta". "Pe...","por favor cancelé mi tarjeta". "P...","por favor cancelé mi tarjeta".
"Esperé un momento", dijo, "Sr. Soberón, tiene un saldo de $0.34, acepta renunciar a ellos", le dije que si y me pidió esperar nuevamente. Ahora si una espera larga, muy larga, estuve a punto de colgar, pero recordé que era un número 800, así que esperé.
"Gracias por esperar, su folio de cancelación es ...."
¡¡¡¡POR FIN, ESTOY LIBRE DE SANTANDER SERFÍN!!!!!

No hay comentarios.: