miércoles, mayo 03, 2006

Dos grandes amigos

Fecha: 28 de abril de 2006
Distancia (kms.): 21.04
Paso: 6’11”/km.
FCP (Puls/min.): 152
Ruta: Lomas de Cortés-Estero del Soldado
Clima: Fresco, poco nublado

Fecha: 3 de mayo de 2006
Distancia (kms.): 10.54
Paso: 6’43”
FCP (Puls/min): 147
Ruta: Camino a Tinajas
Clima: Despejado, rico

Divagaciones:
Pues otra vez se me juntaron dos carreras, una carrera larga y otra muy tranquila. La carrera del viernes, la larga estuvo muy rica, realmente disfruto mucho del paisaje del camino nuevo a San Carlos, en especial el Estero del Soldado. Como había ocurrido en las últimas corridas me sentí muy bien.
La de hoy fue una carrera tranquila, muuuuy tranquila. Aunque me sentí bien, me la lleve con mucha calma ya que estaba medio deshidratado por los tequilas del día anterior. Generalmente entre semana nunca tomo alcohol, especialmente cuando voy a correr al día siguiente, pero ahora hubo un buen motivo.
Durante la carrera de hoy me puse a divagar sobre la gran fortuna que tengo, ya en otras ocasiones lo he mencionado. Pero ahora llegué nuevamente a esa conclusión al pensar en dos grandes amigos, con los que conviví en estos días.
Primero, el domingo se celebró el “Día del Roger”, como siempre me refiero al cumpleaños de Rogelio Ruvalcaba que coincide con el día del niño. Soy de los pocos alumnos egresados del Campus Guaymas del Tecnológico de Monterrey que no tuvo la fortuna de tener como maestro a Rogelio. Pero he tenido la fortuna de contar con su amistad desde que comencé a trabajar en el mencionado Campus hace casi 19 años. El domingo nos juntamos algunos amigos en su casa para festejarlo, llegamos temprano porque la idea era no desvelarnos. Rebeca y yo fuimos los últimos en retirarnos, ya bastante entrada la madrugada. Nos la pasamos bien, pero lo mejor es que Rogelio se ve que disfruto el tener a sus amigos con él.
El lunes en la tarde llegó Emilio Nassar, que está entre mis mejores amigos desde que lo conocí, en segundo de primaria. Le di un rápido tour por Guaymas, la verdad es que da gusto, hace algunos años cuando venía alguien de fuera,  lo llevaba uno a San Carlos y lo mantenía lejos de Guaymas. Ahora lo más cerca que estuvimos de San Carlos fue el camino nuevo, para mostrarle donde se esta construyendo el delfinario/acuario.
Después estuvimos un rato en casa, platicando y cheleando, luego nos fuimos a cenar una buena carne. Obviamente, la cena estuvo amenizada con cervezas y algunos tequilas.
Mi plan era el martes ir a correr, sobra decir que no hubo tal corrida.
El martes estuvimos viendo Emilio y yo algunos asuntos que lo habían traído a Guaymas, se nos fue toda la mañana. Acabamos comiendo cerca de los 4 de la tarde, ahora lo llevé a que disfrutara de unos buenos mariscos. Pasamos a la casa y continuamos platicando, mientras tomábamos algunos tequilas. Yo no sé cuanto hubiéramos podido durar en la “chorcha”, pero para fortuna de nuestros respectivos hígados como a las 8 de la noche se termino el tequila.
Para mi sorpresa me levanté sin necesidad de despertador a las 5 de la mañana, y me aventé la corrida de hoy, como ya dije, muuuuy tranquilo.
La verdad yo no sé que hice bien, pero algo habrá sido para tener tan buenos amigos.

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