viernes, febrero 09, 2007

Primer corrida del año.

Fecha: 8 de febrero de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 7'06”/km
FCP (Puls/min): ¿?
Ruta: Camino a Tinajas
Clima: despejado, ligeramente fresco, muy rico.

Pues por fin la primer corrida del año...
Bueno, los que leen esta vitácora se preguntarán, ¿pos' que no corrista ya hasta un maratón?
Pues si, pero para mi el RnRAz Marathon fue el final del ciclo 2006. Así que, viéndolo de esa manera, la de ayer fue la primer carrera del 2007.
Como todo inicio de temporada los pequeños detellas fallaron. Me levanté a las 6:00, todavía oscuro, me comecné a poner mis gadgets. Llegué a la lamparita qie me pongo en la cabeza, no tenía baterias. Pensé que no habría problema, faltaba poco para que saliera el sol. Me puse la banda de monitor cardíaco, agarre el reloj y...
No tenía baterías tampoco.
Así que decidí que sería una carrera sin mediciones, ni presiones, solo correr y divagar.
Divagué mucho, tenía tiempo que no corría solo por el gusto de hacerlo, no como parte de un programa.
No quiere decir que no haya disfrutado todas las carreras de mi entrenamiento para el maratón, pero todas ellas eran "comprometidas". Quiero decir que si no las hacía dejaba incompleto un programa.
Ahora fue solo el gusto de correr, pero eso es más que suficiente.
Durante la corrida divagué principalmente sobre Perlas del Mar de Cortez (no es un error, el nombre de la compañía está en función de como lo escriben los gringos). Como ya he mencionado me asocie con mis antes alumnos, ahora maestros, en la única granja de ostras perlícolas marinas del continente americano. Pues debido a las perlas, del 29 de Diciembre al 6 de febrero me la pasé en Tucson.
¿Porqué?
Pues resulta que en esa ciudad tiene lugar la exhibición de gemas y joyería más grande del mundo. Hasta la fecha nadie me ha podido explicar porqué esta megaexhibición tiene lugar en Tucson, pero sin duda es la más grande del mundo.
Para darse una idea, le megaexhibición consta de 43 exhibicones individuales en distintos puntos de la ciudad. Este año las primeras iniciaron el 26 de enero y los últimos acabarán el 12 de febrero, el próximo lunes. Algunos duran prácticamente todo este tiempo, pero la mayoría dura solo una parte.
A opinión de los participantes, el más importante es el "Gem & Jewelry Exchange", que tiene lugar en dos mega-carpas que se ponen a espaldas del edificio de los Juzgados de Tucson, cerca del Centro de Convenciones. No piensen que por decir carpas me refiero a algo pequeño, ya saben como son los gringos, todo a lo grande. En las dos tiendas había lugar para más de 700 expositores. Comenzó el 31 de enero, terminó el 5 de febrero. En ella expusimos nosotros.
Digo nosotros porqué estuve ahí de principio a fin. Fue algo importante para mi, aprendi mucho. Primero, lo más obvio, a hacerle al "merchante" a convencer al posible comprador del valor del producto. Segundo, entender realmente el valor del producto, si bien yo me involucré con los perleros porque me encantan las perlas que se producen en la granja, el ver a perlas de otros lugares y la atención que reciben por los expertos de todos lados me dejó sorprendido. Entre los que nos visitaban se encontraban gemólogos, que no compraban dada, pero que nos pedían información para incluir a nuestras perlas en sus cursos e invitarnos a dar platicas. Clientes que tenemos desde hace tiempo que apenas comezó el show llegaron a comprar. Nuevos clientes que llegaron con propuestas de negocios nuevas, muy interesantes, pero riesgosas. Pero en especial, una gran variedad de personas, que llegaban a ver nuestras perlas y se detenían a contemplarlas. Exhibimos un collar formado por 55 perlas libres, aún sin perforar. La principal, la central, la más grande, y posteriormente cada perla se va acomodando en función de que tenga un par opuesto. Mucha gente llegaba a verla porque: "someone told me about this necklace".
Si consideran que en el lugar se encontraban los prinsipales 700 expositores de la exhibición, muchos de ellos mostrando perlas de otros lugares del mundo, entenderán la belleza de la pieza.
Pero además fue importante por la cercanía que establecí con alguien que ya era un buen amigo. A Enrique Arizmendi lo conozco desde hace mucho tiempo, fue mi alumno cuando estudiaba su licenciatura, y luego en maestría. Todo el desarrollo del proyecto de las perlas me tocó convivir con él, durante las platicas para volverme socio platicamos aún más. Siempre me ha caído muy bien. Pero ahora, en esta semana, platicamos mucho, al terminar las actividades diarias, al ir a cenar tuvimos mucho tiempo para platicar. Buenas platicas, detalles de su vida, de mi vida, anecdotas, sus amigos, mis amigos. Eso fue algo muy padre...

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