domingo, octubre 31, 2010

¡¡¡QUEREMOS JALOGÜIN!!






Fue una buena semana para correr, los 3 días me sentí muy bien, sin problemas. Corrí martes, la carrera tranquila, jueves, la carrera intensa y el sábado, la carrera larga.
Rebeca aprovechó el viernes que Armando y Ana agarraban camino a Phoenix para ira a visitar a la Helen y a sus ahijadas. Pasaron por ella a las 5:00 am, presto estaba yo para subir maletas. Cuando Helen, nuestra sobrina cayó en cuenta, cayó en cuenta de que yo no iba comenzó a llorar, obviamente mi ego se infló. Dicen que Rebeca "abueleo" con ella, pero, siendo honesto, "abueleé" más yo.
El sábado me levante temprano para mi corrida larga, 15.84 kms. muy ricos, la verdad es que este es el clima ideal para correr. Regresé a casa, hice estiramientos, me eché un clavado a la alberca y fui a ver el destino de mi neón, que se pospuso hasta el miércoles.
Hoy fui  a casa de Beto y Cloty a comer, estaban Marc y Kerry, estubo ameno el día.
Regresé a casa, me puse a trabajar en algunos pendientes y, apenas caía el sol, un grito de terror...
¡¡¡QUEREMOS JALOGÜIN, QUEREMOS JALOGÜIN, QUEREMOS JALOGÜIN!!!
"¿Tendré algo que darles?", fue mi primer pregunta, hacía tiempo que no llegaban a la casa a pedir, con eso de que mis "bebés" ya están por terminar la carrera ya estábamos fuera de la ruta oficial de los "jalogüineros", así que no lo esperaba. Por suerte encontré un tambo con dulces, que para conocer su antigüedad habría que recurrir al carbono 14. Quedé bien, ya que en esa tanda estaba José, mi sobrino. Poco después llegó una segunda ronda.
Espero no vengan más, tendría que comenzar a regalar salchichas...

1 comentario:

cesar deivid ortega dijo...

parese como que medio extraño eso de phoenix