jueves, mayo 03, 2007

Cuando todo mundo pensaba que había terminado...Santander-Serfín ataca de nuevo.

Fecha: 2 de Mayo de 2007

Distancia (kms): 10.55

Paso: 5'57”/km

FCP (Puls/min): 175

Calorías: 945

Ruta: Boulevard Luis Encinas, con colinas.

Clima: Ligeramente brumoso y algo fresco.



Divagaciones:

Una buena carrera, a secas. Buen paso, aunque el pulsómetro me marco muy alto, me sentí bien. Durante la carrera me la pasé pensando en que podía hacer con el Banco Santander-Serfin.

Si, una vez más el P#%&+e Santander-Serfin, cuando pensaba que ya estaba en el olvido ataca de nuevo. Para los que han seguido este blog saben de las molestias que me ha hecho pasar ese banco (para los que no lean: P#%&+e Santander-Serfin, P#%&+e Santander-Serfin, once more, y sin agua y Libre de Santander-Serfin).

Desde hace una semana comenzaron las llamadas, dos o tres al día, aunque me molestó no le di importancia, hablaban después de las 11:00 a.m.

Pero esta semana se batieron. El lunes festejamos a un gran amigo, Rogelio Ruvacaba, en casa de los Farell, aunque no fue una gran desvelada, si nos acostamos tarde. Pues a las 6:30 a.m. del primero de mayo sonó el teléfono. ¿Quien creen que era?, pues si, de Santander-Serfin, aún medio dormido, cuando oí para que, y de parte de quien, hablaban, me puse a decirle de cosas a las pobre señorita y le colgué.

Me desperté y bajé para hacer unas abdominales. No había pasado media hora y sonó el teléfono, ¿quien creen?, si en efecto. Apenas comencé a quejarme y a preguntar que que diablos debía hacer para que me dejaran de molestar el señor colgó. Me preparé mi licuado de frutas, no bien me lo estaba acabando cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?, si en efecto una véz más. Ahora una señorita, con todo el mal humor que me cargaba, le dije que ya estaba hasta el gorro, que no quería nada de ese maldito banco y que que diablos debía hacer para que dejaran de molestar. La señorita me contestó, pidió disculpas y me dió un número para que me quitaran de la base de datos (para los que tienen este tipo de problemas con ese banco ahí les va: 01 800 3000244, pero, como verán no sirve de mucho). Lo marqué, me contestó un señor, le expliqué el problema, me pidió disculpas y me aseguró que que a partir de 15 minutos ya nadie me volvería a llamar. Pasaron los 15 minutos, y el resto del día y ya no huba más llamadas de ese banco. Pensé que ya estaba resuelto.

Al día siguiente, ayer, me leveanté a correr, la corrida correspondiente a esta entrada, como decía una buena carrera, a secas. Llegué a la casa, me aventé a la alberca y cuando venía entrando a la casa escuché el teléfono. Para cuando quice tomar la llamada ya había contestado Rebeca. Así que subí a ver quien había osado despertar a mi chica, y ponermela, seguramente, de mal humor apenas comenzando el día. ¿Quien creen que había sido? si en efecto, y no era la primer llamada, desde las 6:30 nuevamente habían comenzado. Así que bajé para buscar el número 800 que había usado el día anterior y ver porque me seguían llamando. Despues de ponerme como campeón al pobre individuo que contestó, en un momento que tomé aire, aprovechó él para intervenir, me dijo: "Sr. Soberón aqui tengo yo el reporte de su llamada de ayer y que se dió la instrucción de que ya no se le marcara". "Entonces porqué me hablaron", le respondí. "Bueno, nosotros solo nos encargamos de las llamadas que salen del Puebla y Santander Serfin tiene otros 'call centers' de los que nosotros no somos responsables". Me debo haber puesto de mil colores, "¿que hago para que ya no me molesten?" alcancé a decir conteniendo la explosión. "Pues la verdad no sabría que decirle", me dijo. Exploté, cuando iba por el segundo chin-marin alcancé a escuchar que me deseaba un buen día y me colgó.

Se imaginarán como me encontraba, no rojo del coraje, más bien "deep purple" y "obscured by clouds". En eso sonó el teléfono. Contesté, "Se encuentra el Sr. Guillermo Soberón", tomé aire, conté a 10 y pregunté "¿Soy yo que desea?". "Le hablo de Santander-Sefin y le hablo para hacerle una propuesta...", lo interrumpi, "yo le hago otra propuesta, que me dejen de molestar, no me inetersa nada de su banco y lo único que quiero es que ya no esten...", en eso estaba cuando escuché que la comunicación se cortaba.

Apenas acababa de poner el teléfono en la base cuando volvió a sonar. Ahora una señorita, si nuevamente de Santander-Serfin, yo no sé que me iluminó, pero mantuve la calma. Apenas se identificó la interrumpí y le explique que lo único que quería de Santander-Serfin es que ya no me molestaran y que estaba harto que desde las 6:30 me estuvieran marcando. "Pero Sr. Soberón, nosotros entramos a trabajar a las 8:30 a.m." me interrumpió. "Si srita, pero yo vivo en Sonora y en este momento tenemos dos horas de diferencia, pero eso a ustedes no les importa". "Que pena Sr. Soberón, no lo había pensado, pero yo es la primer llamada que le hago". Le explique que era la cuarta llamada que recibía de parte de Santander Serfín, "que pena Sr. Soberón, deje ver que puedo hacer para que ya no lo molesten" y se despidió. Algo debe haber hecho porque el resto del día no hubieron más llamadas.

Hoy en la mañana me levanté para hecer ejercicio, martes y jueves hago unas cuantas abdominales, un poco de yoga y algo de jercicio en la alberca. Cuando entré a la casa Rebeca me escuchó y me llamó, ¿a que no saben quien llamó a las 6:30, cuando estaba en la alberca?, si una véz más. Rebeca ya había tomado la iniciativa de dejar el teléfono descolgado (así quedó hasta las 9:00). Le dijé que estaba bien y que tratará de dormirse nuevamente, cosa que afortunadamente, para su salud mental y la mía, consiguió.

Me hice mi licuado y mientra me lo tomaba me puse a meditar. Yo nunca he pensado que sea un ser especial y que exista un complot en mi contra cuando las cosas no me funcionan (eso se le dejo a otro popular pejersonaje), así que llegué a la conclusión de que debe haber mucha gente siendo acosada por ese banco. Me senté en la computadora y me pusé a investigar. Pues en 5 minutos encontré bastantes antecedentes y hasta formas que sugerían como proceder. Con base a eso decidí tomar 4 líneas de acción.

  • Primero. Escribir una queja en queja en el sitio de la PROFECO. Es fácil, el chiste es no dejar ningún espacio vacío, en los que no se tiene información poner ND, para que pasé el formato.
  • Segundo. Escribir a COFETEL (cofeteldigital@cft.gob.mx), claramente se está abusando de un medio de telecomunicación.
  • Tercero. Ir a la sucursal más cercana, para el caso de Guaymas la única, y pedirle a la gerente, como máxima representante del banco en mi región, que interseda para que se detenga el acoso. Informándole que ya había levantado quejas en PROFECO y COFETEL y que si la llamadas continuaban lo siguiente es abrir un proceso por acoso (esto lo hice en la forma más tranquila y calmada que pude, con sonrisas y todo).
  • Cuarto. Usar este medio como una forma de hacer un senso de que tantas gentes son acosadas por ese banco. Por ello les solicito que hagan circular esta entrada, en especial con conocidos que sepan que han sufrido este acoso, y que después de leerla los 3 pasos anteriores y que dejen un comentario en esta entrada diciendo su nombre, ciudad y estipulando en una oración que han sido acosados por ese banco. Aún no tengo idea de como usar esa información, pero estoy seguro de que será una manera para darnos cuenta de que tantas personas somos acosadas por ese banco.
Así que espero su participación y comentarios...





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2 comentarios:

Unknown dijo...

Memo, y pensar que hoy fueron los de Santander a pedir que si queremos cambiar las cuentas con ellos. JA
Dile a Marisela que eres socio de Perlas y que si te vuelven a llamar UNA vez mas que lo olvide.
Bueno, dale 48 h desde la queja.

E

Anónimo dijo...

Hola Memo: yo no había tenido tiempo de leer este blog, las veces que lo intenté me lo bloqueaba mi compu oficial, pero una formula que alguien me contó es interrogar hasta el fondo al que te llame, su nombre, cargo, quien es su jefe inmediato superior, quen el superior de su superior, dónde se encuentra su call center, etc. etc. antes de que ellos puedan decirte nada, muchas veces te cuelgan, otras te dan la info. y cuando levantas la queja de acoso lo puedes hacer con pelos y señales. Yo a todos les digo que los voy a acusar ante la comisión nacional bancaria. Tal vez porque no soy de lo más solvente, o sease que no tengo muchas tarjetas de crédito(mas bien no tengo ni una) no soy tan sujeta del acoso. jeje
tiene sus ventajas de vivir en efectivo.
Saludos y al parecer ya resolviste este asunto.
Beatriz