Fecha: 20 de diciembre de 2006
Distancia (kms): 9.5 (aprox)
Paso: 6'38”/km
FCP (Puls/min): 150
Ruta: Malecón Boca del Rí0.Veracruz
Clima: brumoso, muy húmedo
Divagaciones:
La carrera estuvo muy rica, aunque bastante humeda, la verdad es que los veracruzanos tienen suerte de tener un malecón tan extenso para correr. Lo bueno es que lo aprovechan, bastante gente corriendo, no solo eso, las canchas de fútbol de playa estaban todas ocupadas, y eso que comencé a correr como a las 7:00 a.m.
Pues una véz más con todos los Soberones, la verdad es que estos viajes en familia son muy divertidos, y para nosotros que somos los que vivimos más lejos un momento para convivir intensamente con la familia de mi lado.
Ahora, llegar fue un suplicio. Todo comenzó con una gran desmañanada el 18, teníamos que estar a las 6:00 am en el aeropuerto, así que a las 4:30 agarramos carretera.
Llegamos sin contratiempos, pero con boletos para Rebeca y yo en un vuelo y Mariana en Guille en otro, así que preguntamos si sería posible que todos volaramos juntos. La señorita, muy atenta, me dijo que era posible pero habría que hacer un pago extra. Como no era muy alto le dijimos que hiciera los cambios. Teníamos más de una hora de tiempo...
Pos', la verdad no sé que pasó, pero la señorita se aventó casí la hora en hacer los ajustes. Estaban ya voceando el vuelo y ya tenía los boletos, pero aún no pagaba por los cambios, lo que era en otra ventanilla, la de venta de boletos. Cuando llegué a pagar solo había una señorita y varias personas, por más que pedía que me atendieran, ya que mi vuelo estaba por salir, me decían que no me preocupara. Como sea Rebeca y Mariana se fueron a la sala para abordar. En eso comenzaron a vocear mi nombre, en eso llegó otra señorita y me atendió, pagué. Salimos Guille y yo corriendo a la sala de abordaje, pero teníamos que pasar el punto de seguridad, nos colamos entre gente, pusimos todo en la banda de la máquina de rayos X, pasamos. Por las carreras al querer agarrar mi celular salió por los aires y me puse a hacer un número de malabarismo con el teléfono queriéndolo agarrar. Cuando llegamos a la puerta ya nos esperaban. Al sentarme en mi asiento, me tranqulicé, también me di cuenta de como se reían de mi mi mujer e hijos por todos mis nervios y malabares. Ingratos.
Llegamos al DF, bajamos del avión y nos dirijimos a ver las pantallas en la Sala B buscandor si ya el vuelo a Veracruz tenía puerta asignada, nada aún. La verdad es que faltaba un buen rato, así que nos sentamos a esperar. A las 11:45 me comencé a preocupar, si el vuelo a salía a las 12:10 ya deberíamos estar abordando. Fui a aeroméxico a preguntar y me dijeron, “se aborda en un momento en la puerta 7A”.
Agarramos nuestros chunches y fuimos para allá. Llegamos, estaba una Señorita de operaciones del aeropuerto, no de aerolitoral, y me dijo que antes del vuelo 2400 de aerolitoral se abordaría otro vuelo.
Tres vuelos después volvi a preguntar, me dijeron que no lo tenían aún en “plataforma”. Así que fui a la ventana de aeromexico, “se va a demorar un poco, no se preocupe”.
Pasó la hora, no daban información y yo ya estaba en franco mal humor. En eso Rebeca y Mariana decidieron ir al baño. “Guille, te encargo mi bolsa”, dijo mi mujer a mi hijo.
No bien se habían ido, llegó un señor a la puerta, con un megafóno, y pidió que los pasajeros del vuelo 2400 de aerolitoral nos acercaramos. Nos paramos Guille y yo, los primeros en fila. “Bueno ya les deben haber informado que el vuelo se atrazó”, comenzó, “pues nadie nos vino a decir nada, pero dado que no salimos hace una hora ya todos sabemos que el vuelo se demoró”, lo interrumpí. El empleado continuo, “que pena, bueno, por demora excesiva el vuelo se ha cancelado así que los vamos a acomodar en otro vuelo”. Antes de que siguiera le dijé: “que bien, en menos de 30 minutos salé uno de Mexicana para Veracruz”. El empleado abrió los ojos, como pensando que decir, “noooo....ya checamos con Mexicana y otras aerolieneas, solo tenemos espacio en el próximo vuelo de aerolitora, salé a las 2:30, y ya tienen todos espacio en él, ahora tienen que ir al mostrador de aeroméxico del final del pasillo a que les den nuevos pases para abordar”.
Mientras caminaba al mostrador pensaba, “que curioso, no hay ningún lugar en otros vuelos, pero en el de aerolitoral cabemos todos sin problemas”. La verdad estoy seguro de que nos cancelaron el vuelo para en lugar de tener dos medio vacios solo hacer uno lleno.
En laventanilla nos dieron los nuevos pases de abordar. En eso aparecieron Rebeca y Mariana. Cuando les estaba explicandoles las últimas nuevas Mariana preguntó: “¿y la bolsa de Mamá?”. Guille y yo debemos haber puesto los ojos de tamaño de platos, y salimos corriendo. Cuando llegamos a donde habíamos estado ya no había nada, obviamente en un aeropuerto cualquier bulto abandonado no dura nada sin ser recogido. Una señorita de seguridad nos dijó, si buscan una bolsa se la acaban de llevar al punto de seguridad alfa. “¿Y dondé está eso?” pregunté.
Me dió indicaciones y salimos los 4 al punto de seguridad...
Llegamos y no había nada, “¿Que punto de seguridad alfa ñe dijeron?, porqué hay 8”. No supe si reír o llorar, el señor me dijó, lo más probable es que esté en alfa 1, en donde entregan equipajes”.
Así que fuimos a dondé están las bandas de entrega de equipaje, llegamos al punto de seguridad, “No, aquí no han traído nada, preguntenlé a la señorita del pasillo”. Obviamente esta señorita no tenía idea, pero nos sugirió que fueramos al punto de seguridad alfa que estaba saliendo de la sala de entrega de equipaje, en el piso de arriba. Rebeca me dijo, “bueno vas tú y te esperamos en la sala”. La señorita le dijo, pues para ir a las salas todos tienen que irse por allá, desde aquí no pueden regresar a las salas de abordaje”.
Así que salimos, subimos, pasamos nuevamente la máquina de rayos X en el punto de seguridad, qu resulto ser que era el primero en que habíamos preguntado. De ahí nos mandaron al punto de seguridad que está en la entrada proncipal de la sala B. Tampoco tenían nada. Yo la verdad me di por vencido, y cuando Rebeca dijo que eran solo sus cosméticos, me dejé de preocupar, así que regresamos a las sala 7a.
Yo la verdad es que supondría que en un aeropuerto como el del DF debería haber un procedimiento establecido de seguridad para objetos olvidados en una sala de espera, pero no, no existe.
Guille, que era al que le habían encargado la bolsa, decidió hacer un último intento y Rebeca lo acompañó.
Después de un rato apareció Guille, sin bolsa y sin madre, quiero decir que Rebeca no venía con él, Habían decidido separarse. Al rato aparecio Rebeca, venía con la bolsa. En el punto de seguridad en la zona de entrega de equipajes la ahbían encontrado.
Pensé que todo lo que podía habernos ocurrido en el viaje ya había pasado y que el resto sería sin problemas. Pobre iluso, aún faltaba bastante.
Cerca de las 2:30 pm, hora a la que se suponía salía el vuelo, comencé a sospechar que algo no estaba bien. En eso llamaron a abordar, bueno a subirnos al camioncito que pomposamente llaman “sala móbil”, nos subimos, acomodamos, y esperamos....
Pasaron diez, quince, veinte, veinte y cinco, treinta minutos, cuando estabamos a punto de estallar de indignación arrancó el camioncito.
Después de un rato escuché una voz que decía, “¡¡nos van a llevar a Veracruz en camión!!”, era Rebeca, su comentario sirvió para liberar tensión. Pero después de un rato más todos comenzamos a considerar sino sería ese realmente el plan.
Por fin, después de un rato, y un tour no solicitado por los alrededodres de la nueva terminal del aeropuerto, llegamos dondé estaban varios aviones de aerolitoral. Nos estacionaron frente a uno, todos pensamos que por fin habíamos llogado al avión. Pero en eso nos dimos cuenta de que el avión estaba con gente adentro. Así que el camión arrancó nuevamente dió vuelta y nos llevó a otro avión, este si estaba vació, pero no era el nuetro. Resultó que el primer avión era el nuestro, pero aún nollegaba el camioncito que debía recoger a los pasajeros.
Así que otra vuelta y el camión se estacionó mientras se llevaban a los pasajeros, después de un rato nos acercaron al avión. Se abrieron las puertas y cuando pensabamos que por fin bajaríamos del avión se apareció una señorita deteniéndonos. Había que subir primero a un muchacho que iba en silla de ruedas. Así que a esperar nuevamente.
Al fin nos subieron al avión, pensé que por fin despegaríamos. Pasaron diez, quince, veinte, veinte y cinco, treinta minutos y nada. No podíamos despegar porque esperabamos una silla de ruedas para el muchacho para poder bajarlo en Veracruz. La silla nunca llegó, prometieron que la tendrían en Veracruz.
Por fin arrancamos y despegó el avión, pero yo la verdad no me tranquilicé hasta que por la ventana vi al Pico de Orizaba, ibamos en la dirección correcta.
Finalmente llegamos al aeropuerto de Veracruz, la verdad es que lo único que podía pensar es p#%&+e aerolitoral, que pésimo servico y falta de interés por sus pasajeros.
Tomamos un Taxi y llegamos al Hotel, casí toda la tropa Soberón nos esperaba, se suponía que seríamos los primeros en llegar y fuimos de los últimos.
Obviamente a la mañana siguiente no tenía humor para correr. Así que nos levantamos relativamente tarde, me aventé un megadesalluno, en compañía de toda la tropa. Cerca de medio día fuimos al Hotel donde estaba Soco, el Hotel Mocambo, donde nos alojabamos, no tenía las facilidades adecuadas para Lolita, mi sobrina. Se supone que sería un rato de alberca y una copa, mientras nos daba la hora de la comida. Pero comenzó el mal clima y la lluvia, así que nos tomamos una cerveza en la palapa y nos fuimos a comer, a un restoran en la playa de Mocambo.
Yo decidí que era hora de castigarme un poco con la comida, por lo que pedí algo ligero.
Después de medio kilo de langostinos, por mi parte, fuimos al acuario,
que vale la pena visitar, y de ahí al centro de Veracruz.
Estuvo bien el día...
Hoy, después de la corrida, fuimos a San Juan de Ulua, como no cabáimos en los carros Rebeca, Guille y yo nos fuimos en Taxi.
Siempre que he visitado a el fuerte es un viaje mágico, el contraste entre las modernas gruas del puerto y los viejos muros es sorprendente. Cada rincón despide historia.
Como me entretuve tomando fotos, al terminar ya todos se habían ido. “Los esperamos en el hotel con una cerveza”, le dijeron a Rebeca antes de irse. Cuando el equipo taxi abordamos un nuevo Taxi, Guille preguntó “¿Que tan lejos está antigua'”
Más se tardó en terminar la pregunta que en que el taxista nos diera respuesta y nos organizara un Tour. Así pues partimos hacia la Antigua Villa de la Vera Cruz.
Valió la pena, lo disfrutamos mucho.
Regresamos a veracruz, en el camino vimos al más sorprendente hombre araña posible...
Ibamos camino al hotel, pero decidimos mejor irnos directo al restoran donde habíamos quedado de reunirnos para comer y esperar a los demás ahí con un cerveza.
Decidí que lo mejor era volver a comer ligero...
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