sábado, diciembre 30, 2006

Con los vapores

Fecha: 29 de diciembre de 2006
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'54”/km
FCP (Puls/min): 155
Ruta: Estero del Soldado
Clima:fresco, seco.

Divagaciones:

Me levanté como a las siete y media, preparé café, me puse mi ropa para correr, agarré la bolsa con mis “gadgets”, al lado vi a mi cartera y la pusé en la bolsa. Salí y subí al carro.

Me econtré vasos desechables y servilletas por todos lados, “solo falta que me hayan dejado la botana”, la noche anterior le había prestado el carro a Guille. Al arrancar me percaté de cierto olor a comida, pues no era botana, pero en el hueco para guardar cosas de la puerta del copiloto había medio burro percherón envuelto en papel aluminio. Bueno, al menos no había rastros de alcohol.

Arranqué el carro y me dirigi a Tinajas, dondé comienzo a correr. Apenas había llegado al Colegio Americano cuando vi el medidor de gasolina, no marcaba nada, pero nada de nada. “¿Alcanzaré a llegar a la gasolinera?”

Así que desvié la ruta y me dirigi, con los dedos cruzados a cargar gasolina. Llegué me estacioné en la primer bomba y pedí que lo llenaran. Que bueno que vi mi cartera, y que se pueda ya pagar sin problemas con tarjeta. Mi cartera estaba vacía, pero tenía mi tarjeta. La señorita que me atendió comenzó a echarle gasolina y se puso a lavar los vidrios. Pasó un rato y se asomó por la ventana, “¿como llegó?, no taría nada, le sigue entrando”. Pues si al parcere mi hijo adorado me dejó solo los vapores de la gasolina.

La verdad que esto, y la flojera que traía me hicieron pensar si sería buena idea ir a correr, por un momento pensé en regresarme a casa. Dos cosas me convencieron de mejor seguir con el plan de la carrera. Uno, ya estaba levantado y vestido para hacerlo; dos, si no corría dejaría trunca la semana de entrenamiento, y por primera vez estaba cumpliendo con el plan de entrenamiento casí a la perfección.

Así pues me dirigi al punto de salida. Me estacioné, bajé, me instalé mis gadgets, calenté y arranqué, “a ver como me va”, pensé.

La verdad es que que bueno que decidi correr, ya corriendo me sentí como un campeón, mantuve un buen paso todo el tiempo, inclusive en la última colina. Uno de mis mejores tiempos en el año, 55'22” en el cuarto de maratón. O sea que mi tiempo en 10 kms hubiera sido de 52'30”, el mejor tiempo en mi vida para esa distancia. Si pudiera aguantar ese paso los 42.2 kms del maratón, lo correría en 3:41', claro que intentarlo sería condenar la carrera al fracaso. Como sea me levanta el animo, a pesar del viaje a Veracruz y las cenas y fiestas de la época he mantenido mi condición. Ya solo falta sobrevivir al 31 de diciembre.

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