Una piedra en el camino

Carrerita de martes 29 de abril

Carrerita de viernes 2 de mayo

Ya en mayo y el clima sigue fresco, está rico para correr, pero ya quiero que caliente más para disfrutar la alberca.

Esta semana me he sentido motivado, ahora sí está todo listo para la publicación de mi libro, ha sido toda una aventura. Tenía ya mucho tiempo con la inquietud de escribirlo, lo que he aprendido es que escribirlo es solo una parte, si la principal, pero sólo una parte.

Lo primero fue agarrar la confianza de que podría escribir un texto que valiera la pena, no quiero decir que no creyera en poder tener una redacción clara, por mi formación y trabajo escribí muchos textos, pero técnicos. Reportes, informes, artículos, pero en estos siempre hay que ser claro y conciso, por lo tanto son textos áridos. Poder escribir algo que fuera entretenido, eso es lo que dudaba poder hacer.

Lo intenté varias veces, pero no quedaba satisfecho y lo dejaba. Fue en el encerrón de la pandemia cuando le pude dedicar más tiempo, terminé el primer capítulo. Pero le leí y, no sé porqué, no quedé conforme y lo volví a dejar.

Pasó el tiempo, el año pasado, en mayo, que me retiré decidí intentarlo de nuevo. Busqué en mi computadora el texto que había escrito durante la pandemia y lo leí de nuevo, me gustó y eso me dio ánimos. Así que decidí intentarlo de nuevo, yo no sé qué cambió, pero ahora los textos fluían. Agarré la costumbre de salir a la terraza a escribir, un muy buen complementó fue la alberca, ahí meditaba y me cuestionaba sobre las ideas que quería plasmar en los textos. Rebeca, mi esposa, se reía de mí, de verme hablando solo en la alberca.

Así fui avanzando, al principio lo mantuve en secreto los únicos que sabían que escribía un libro fueron Rebeca y Mariana y Guille, mis hijos. Así terminé de escribir el libro que tenía pensado, pero no dejaba de trabajar en él y de seguir haciéndole cambios. Pero no se lo mostraba a nadie, seguía yo siendo el único que conocía el contenido

En esas estaba cuando un día, que compartía unas cervezas con Guille en la alberca, me preguntó de qué trataba el libro, comencé a explicarle, después de un rato me interrumpió, “Ah ya entiendo, estás escribiendo tu cosmogonía personal”. Así surgió el título: “HISTORIA DE LA TIERRA, UNA COSMOGONÍA PARTICULAR”

En eso andaba divagando durante la carrera de hoy cuando una  piedra en el camino me enseño que mi destino era rodar y rodar.

Cuando me di cuenta rodaba por el asfalto, acabé con raspones en las manos, rodillas y en la cara, nada de cuidado, pero decidí levantarme e irme a casa caminando, no terminé los 15 km que me tocaban hoy. Obviamente también se acabaron mis divagaciones.

Les recuerdo que el libro sale el 4 de junio, por Amazon. Si quieren saber cómo va el proceso y ayudarme a promocionar el libro, les pido se inscriban, y compartan, a alguno de los canales de comunicación.

Todos los viernes compartiré cosas relacionadas con el libro.

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