domingo, junio 20, 2010

Llegó Guille, 2-0, pareja de zorros.






Fue otra vez una semana de poca actividad, solo 2 corridas y 2 caminatas. Yo creo que el jueves festejé mucho. por un lado llegó Guille, después de hacer gira por los estados de Colima, Nayarit, Jalisco y Sinaloa, por el otro...
¡¡¡MÉXICO 2 - FRANCIA 0!!!
Así que el viernes no me levanté a caminar.
Ese mismo día en la noche nos juntamos con Armando y Martha, ella es amiga desde la primaria de Rebeca, él, su marido, se dedica a importar muebles y artesanías Peruanas, su lugar de origen, a Estados Unidos, por ello viven en Tucson. Cada que Martha viene sé que son días en los que mi mujer se me estará desapareciendo. La reunión surgio espontaneamente, sin planeación, nos la pasamos bien, hubiera sido una buena desvelada si no fuera porque Diego, uno de sus hijos, les habló para que fueran por él.
Así que el sábado no estaba en condiciones para la carrera larga. Creo que voy a cambiar mis días de corridas, es rico la carrera larga los sábados, pero el viernes es social, así que hay conflicto. Probaré esta semana carrera tranquila el lunes, intensa el miércoles y larga el viernes.
En mi blog de posterous ya he comentado sobre las rutas de mis caminatas, ultimamente han sido hacia Punta Colorada. Es una ruta con muchos paisajes y en la que, a pesar de estar tan cerca, se siente una alejado de la ciudad.
Incluyo una imagen de la ruta y unas fotos para que me entiendan




Obviamente disfruto mucho de estas caminatas, pero creo que el que más disfruta es Zeuz, quien siempre me acompaña en las caminatas. Apenas entramos a la brecha le quito la rienda, pero estoy atento ya que hay algunos pescadores que van a "La Saladita" o a "Punta Colorada", así como algunos ciclistas o personas que llevan a sus perros, así que no es raro que tenga que ponerle la correa. Además sé que cuando llegue a ver antes que yo a una lebre se va a poner como loco, por lo que siempre estoy muy atento.
Todo esto lo platico porque cuando estabamos como a mitad del camino, en el punto desde donde se pued ver "La Saladita", escuché rruidos entre la maleza, "es un animal grande", pensé. Así que me puse a buscarlo, pues me equivoque no era un animal eran 2, una pareja de zorros, venían corriendo hacia nosotros. Así que agarré a Zeuz de la correa y le señalé por donde iban a aparecer en nuestra ruta. Cuando los vio casí me tumba, al querer arrancar a perseguirlos. Realmente estaban preciosos.
Es una fortuna tener esto tan cerca de casa.

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