Carrerita de martes 13 de agosto
Carrerita de viernes 15 de agosto
El plan esta semana era correr 14 km, el martes 7 y el viernes los otros 7. Pero el lunes el clima estuvo muy pesado y apenas pude correr un poco más de 6. Afortunadamente el clima hoy estuvo mucho mejor y pude correr 8.3 km, así que se cumplió la meta.
Sigo dando vueltas con los sentidos de los animales, pero ahora se me ocurrió buscar uno que fuera muy distante de nosotros y además acuático. El primero que se me ocurrió fue el pulpo.
Los pulpos son moluscos, cefalópodos (parece que las extremidades le salen de la cabeza), acuáticos. Nosotros somos cordados, tetrápodos, mamíferos y terrestres.
El último ancestro común que tuvimos fue hace más de 600 mil millones de años, antes del cámbrico, así qué somos totalmente diferentes.
La primera comparación que se me ocurre, siendo primate terrestre, es la vista…
¿No que eramos muy diferentes?
Los ojos de los pulpos son parecidísimos a los nuestros. Una cámara cerrada, con una córnea transparente, un iris que gradúa la cantidad de luz que entra, un cristalino que enfoca la luz y una retina donde se capta la luz ¿Cómo es posible que dos animales tan distintos tengan ojos tan parecidos?
Convergencia evolutiva, organismos diferentes sometidos a un problema similar desarrollan una solución similar.
Así que los ojos de los pulpos son sorprendentemente similares, pero también son muy distintos. Nuestros ojos, como los demás vertebrados, se originan a partir de tejido nervioso, los de los pulpos se originan a partir de tejido dermático. Eso causa que haya diferencias importantes.
Primero, nuestro cristalino es flexible, el enfoque es mediante músculos que lo deforman para conseguir el enfoque. El cristalino de los pulpos es rígido, el enfoque se consigue por músculos que lo mueven de atrás a adelante.
Otra diferencia es que en nuestros ojos los axones, las terminaciones de las células nerviosas, están por enfrente de los fotorreceptores, en el punto donde se juntan las fibras nerviosas para formar el nervio óptico no hay fotorreceptores, tenemos un punto ciego. En el ojo de los pulpos los axones van por detrás de los fotorreceptores, por lo que al formarse el nervio óptico no hay punto ciego.
En nuestros ojos, en la retina, tenemos los fotorreceptores, los bastones, que detectan la intensidad de luz, y los conos, que detectan los colores. Ya mencioné en entradas anteriores que tenemos tres tipos de conos, tenemos visión tricromática. En la retina de los pulpos también están los fotorreceptores, sólo un tipo, los rabdómeros, células alargadas, hacen la misma función que los bastones de nuestros ojos. Así que los ojos de los pulpos no detectan colores, son daltónicos. Pero los rabdómeros están acomodados en la retina en ángulos de 90°C, esto les permite detectar la orientación de las ondas de luz, ven la luz polarizada. Lo que es muy conveniente para ellos, pueden ver muy claramente las texturas de las superficies donde se posan.
Esto es importante, los pulpos son magos de camuflaje, son miméticos, cuando se posan en una superficie inmediatamente adquieren la textura y color de esa superficie.
Un momento, ¿color?, cómo pueden copiar el color si son daltónicos, sólo tienen un tipo de receptores.
Es una pregunta que se han hecho los científicos y no hay una respuesta que sea totalmente satisfactoria.
Pero de las explicaciones que se han dado la más popular, y que a mi me gusta, es con base a la aberración cromática. En las lentes simples, rígidas, las diferentes ondas de luz se enfocan en distintos puntos, pequeñas diferencias, pero detectables, de hecho es un problema con el que se enfrentan quienes hacen lentes para fotografía y otras aplicaciones, esto se llama aberración cromática. La idea es que en los ojos de los pulpos, al conseguir el enfoque moviendo el lente, según donde se enfoque se puede identificar la longitud de onda, por lo tanto el color. Si esto es cierto, los pulpos no ven el color, lo interpretan.
Por los resultados de su mimetismo, el color lo interpretan extremadamente bien.