Carrerita de martes 1 de julio.
Carrerita de Viernes 4 de julio.
Mucha gente se queja del clima de Guaymas, a mi me encanta, casi todo el año es muy rico, de los doce meses sólo cuatro es pesado, los meses del verano, junio a septiembre, en especial julio y agosto, mucho calor y mucha humedad. Dirán que estoy loco, pero aún esos meses los disfruto. Pero debo aceptar que las carreras esos meses se hacen pesadas.
Está semana mi carrera corta fue de 6.8 km y la larga fue de 8 km, cerrados, cuando no es verano la corta es de 10 y la larga de 14 km. Pero debo aceptar que a mis 66 años cumplidos, ya acumulando día a día en los 67, debo reconocer que debo ser conservador. Así que por un tiempo estás serán mis distancias.
Recuerdo que cuando comencé a correr lo hacía cinco días a la semana, de lunes a viernes. Cuando decidí correr mi primer maratón, en diciembre de 2001, y me puse a leer material sobre como prepararse para un maratón, me encontré que para personas de más de cuarenta años, yo tenía ya cuarenta y dos, no era recomendable correr días segundos sin reposo.
Hoy, cómo ya mencioné, ya estoy en más de 66 años, afortunadamente la tecnología ha avanzado mucho y mi entrenador, el reloj para corredores que tengo, me marca mis tiempos de recuperación, no hay forma en que pueda correr más de dos días a la semana.
Ahora, siempre la carrera larga, sin importar si corría cinco, tres o dós días a la semana ha sido en viernes y, siempre, es en la carrera que más divago. Es un día importante para mí.
En “HISTORIA DE LA TIERRA, UNA COSMOGONÍA PERSONAL”, en el último capítulo platico de cuando una persona me espetó un día: “NO CREES EN UN SER OMNIPRESENTE, ETERNO Y TODO PODEROSO”.
Sin pensarlo mucho le contesté que sí. SE LLAMA NATURALEZA.
En el siglo XVII un filosofo Sefardí, cuya familia huyendo de la península Ibérica, había terminado en los Países Bajo, fundamentó que todo lo que conocemos, percibimos y somos es parte de una sustancia única, LA NATURALEZA Y LA NATURALEZA ES DÍOS.
Obviamente la comunidad judía, a la que pertenecía lo expulsó, pero él continúo trabajando en fundamentar sus ideas, su nombre fue Baruch Spinoza.
No entraré en más detalles aquí, pero el día en que yo comparto, disfruto, siento, en una palabra, comulgo, con la naturaleza es el viernes, el resultado de eso son mis divagaciones que publicó aquí.
Correr los viernes, para mí, es como ir a misa.
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