Soy el sueño...

Soñé que al principio hacía mucho, mucho calor.
Repentinamente, algo bloqueo la luz y me moví hacia allá. Me encontré a mí, pero no era yo, nos juntamos un instante y nos fortalecimos. 
Ya eramos muchos, pero todos eramos uno, que nadaba, nadabamos,  en el mar.
Tenía un nuevo soporte en la espalda, qué me permitía tener más fuerza. No sólo eso, sostenía mi casco. Que rico agarrar a mordidas esos ricos peces.
Me divertía en pantanos, saltando de charca en charca, mientras veía la luna, y aprovechaba nuevos alimentos.
Luego, caminando en mis cuatro patas, buscaba alimento para mi pareja que acababa de parir a mis hijos.
En eso me encontraba subiendo por un árbol, persiguiendo un insecto, pero me llamó la atención un fruto y lo agarre firmemente con mi mano, para arrancarlo de la rama y comerlo.
Caminando, erguido, pensaba como sacarle provecho a unas piedras, qué después agarraba a golpes, una contra otra.
Uno de los pedazos de esa piedras lo amarré a la punta de un rama recta y nos fuimos a perseguir un animalote para armar la fiesta.
Mientras lo cocinabamos, en la fogata, platicábamos de la aventura y nuestras parejas de que habían tenido que caminar como locas para encontrar las verduras qué usamos para el guiso.
Estábamos cuidando que la carne no se quemará,  cuando alguien puso elotes en la parrilla, la cosecha había estado buena.
Llego alguien a convencernos de que, en agradecimiento a los dioses, deberíamos cooperar en la construcción del nuevo centro ceremonial. Afortunadamente, como yo sabía llevar cuenta de los materiales, me libre del trabajo duro.
Todo parecía estar bien, pero con la llegada de los extranjeros me dio algo que jamás había visto, muchos murieron.
Luego todo se llenó de máquinas que emanaban olores fétidos y llenaban el ambiente de humo.
Y, sin saber como, me encontré en mi terraza, en la Bahia de Bacochibampo, con una cerveza contemplando el paisaje, mientras escuchaba "Brain Damage/Eclipse"...
Me desperté gritando: "¡¡¡SOY EL SUEÑO DE UN GEN EGOÍSTA!!!"