Fecha: 6 de agostoo de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'38"/km
FCP (Puls/min): 155
Ruta: Bulevar Luis Encinas, plano.
Clima: Solead, húmedo, sin mucho calor.
Divagaciones:
Fue una rica corrida, sin nada de nubes, pero a pesar de ello no hacía tganto calor. Claro que siendo agosto se sentía bastante humedad, pero la verdad es que no tanto como otros días.
La primer parte de la corrida fue bastante tranquila, pero al final apuré el paso, me sentí bastante bien. La alberca al llegar a casa fue una buena recompenza.
Durante la carrera me llegaron "flashasos" de momentos cuando Guille y Mariana eran pequeños, que rápido crecieron. En especial dos me alegraron la corrida. El primero, en aquellos tiempos, siempre llegabamos al mismo hotel en Tucson. En el momento en uno de esos viajes, cuando nos bajamos del carro y agarramos camino a los cuartos Guille exclamó: "ya llegamos a mi casa de Mi-cson". El otro es el que le da titulo a esta entrada, en una ocasión les regalaron una tortuguita. En la casa después de preparar la pecerita y poner a la nueva inquilina en su nuevo hogar, Mariana me preguntó si la tortuguita era hombre o mujer. Le explique que las tortugas eran animales muy dificiles de determinar el sexo, ya que no hay ninguna diferencia entre y los organos sexuales no se pueden ver. Mariana se quedó viendo un instante a la tortuguita, y de repente se volteo y exclamó: "Entonces la tortuga se va a llamar Duda".
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'38"/km
FCP (Puls/min): 155
Ruta: Bulevar Luis Encinas, plano.
Clima: Solead, húmedo, sin mucho calor.
Divagaciones:
Fue una rica corrida, sin nada de nubes, pero a pesar de ello no hacía tganto calor. Claro que siendo agosto se sentía bastante humedad, pero la verdad es que no tanto como otros días.
La primer parte de la corrida fue bastante tranquila, pero al final apuré el paso, me sentí bastante bien. La alberca al llegar a casa fue una buena recompenza.
Durante la carrera me llegaron "flashasos" de momentos cuando Guille y Mariana eran pequeños, que rápido crecieron. En especial dos me alegraron la corrida. El primero, en aquellos tiempos, siempre llegabamos al mismo hotel en Tucson. En el momento en uno de esos viajes, cuando nos bajamos del carro y agarramos camino a los cuartos Guille exclamó: "ya llegamos a mi casa de Mi-cson". El otro es el que le da titulo a esta entrada, en una ocasión les regalaron una tortuguita. En la casa después de preparar la pecerita y poner a la nueva inquilina en su nuevo hogar, Mariana me preguntó si la tortuguita era hombre o mujer. Le explique que las tortugas eran animales muy dificiles de determinar el sexo, ya que no hay ninguna diferencia entre y los organos sexuales no se pueden ver. Mariana se quedó viendo un instante a la tortuguita, y de repente se volteo y exclamó: "Entonces la tortuga se va a llamar Duda".
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1 comentario:
jajAjaAja... qué genial anécdota.
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