domingo, octubre 02, 2005

Medio Maratón, Tucson 2004

Este es el relato del medio maratón de Tucson el 5 de diciembre de 2004. Lo envié a los grupos de yahoo el 7 de diciembre.
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Dejen les platico como me fue, pero comencemos desde el lunes anterior a la carrera. Me debía levantar ese día a correr 10 kms. relajados, en lugar de eso me levanté corriendo al baño, con un chorrillo y vómitos. Tenía una junta de trabajo en la oficina, así que fui, saque unos pendientes y me regrese a la cama. Seguí suelto del estómago y en la tarde me dio fiebre. El diagnóstico de Rebeca, “ya te dio el rotavirus”. El martes en la mañana me levanté todavía mal, fui un rato a la oficina y me regrese a la casa, estuve en cama todo el día. Ya para la tardé se me calmó el estómago y no tuve fiebre. La verdad es que me sentí tan mal el lunes que pensé en olvidarme del medio maratón, pero el martes en la noche ya estaba de mejor ánimo.
El miércoles descanse y seguí comiendo sopita de enfermo, como le dice Rebeca (caldo de verduras con arroz y pollo desmenuzado). El jueves me levanté y corrí 8 kms. para ver como me sentía, me declare listo para la carrera.
El viernes a medio día salimos Rebeca y yo a Tucson. Llegamos a buena hora, cosa que aprovechamos para hacer compras, sobre todo regalos navideños. Cenamos y nos dormimos temprano, yo preocupado porque hacía un frío de los mil demonios y se veía muy nublado.
El sábado, salimos y nos encontramos con que seguía el frío, pero ya no me preocupé por lo nublado, más bien me preocupé porque llovía a cantaros. Dejé a Rebeca en el Mall y me fui a la expo del Maratón a recoger mi paquete de inscripción (número, chip para cronometrar tiempo, instrucciones para el día de la carrera y camiseta de regalo). En la expo aproveché y me compré un gorrito de lana para la cabeza y unos guantes para correr con frío, además de la cachucha oficial del maratón y 10 sobrecitos de gel de carbohidratos.
Salí y, ¿saben qué?, hacía un frío de los mil demonios y llovía.
Llegué al Mall, me estaba sentando en el punto de reunión cuando apareció Rebeca. Salimos del Mall para hacer compras en otro lugar y, ¿saben qué?, llovía más fuerte y seguía el frío.
Rebeca se empezó a preocupar por la carrera. "¿Vas a correr con esta lluvia y este frío?", me preguntó, a lo que respondí, "no te preocupes, mañana a las 7:00 a.m. de seguro va a estar más frío". Su respuesta fue un sape.
Fuimos a comer luego unos sushis, y luego seguimos con las compras. En la tarde salimos de regreso al hotel y, ¿saben qué?, seguía la lluvia y el frío. Rebeca ya estaba muy preocupada. "¿Con este clima quieres que te deje a las 5:00 a.m. en donde tomas el camión para ir a la salida?", me dijo, "Con esté o con el que haga mañana, al fin peor no puede estar". Otro sape.
Fuimos a cenar, Rebeca una hamburguesota (eso si, de pavo) acompañada de una cerveza, yo una ensalada con pollo acompañada de un sabroso vaso de agua.
Salimos del restaurante y, ¿saben qué?, llovía y seguía el frío.
Llegamos al hotel y nos pusimos a ver el weather channel. Nunca salió Tucson, pero con las imágenes de satélite se veía que para el domingo iba abrir. Rebeca quedó más tranquila.
Ya para dormirnos Rebeca prendió la tele para ver que había, estaba comenzando el "Último Samurai" que no habíamos visto ninguno de los dos. Decidimos solo ver el principio, ya que a las 5:00 a.m. tenía que estar en donde saldrían los camiones para llevarnos a la salida del medio maratón. Como han de suponer nos aventamos toda la película y nos acabamos durmiendo a las 12:00 a.m.
A las 4:10 abrí los ojos y oscuras me levanté y me preparé para la carrera, obviamente arriba de todo me puse mis pants. A las 4:45 "desperté" a Rebeca, lo pongo entre comillas porque al querer hacer todo a oscuras choqué varias veces con las sillas, tiré una maleta y algunos otros improperios, así que ya estaba bien despierta.
Salimos y, ¿saben qué?, hacía in frío de los mil demonios, pero ya no llovía.
Me llevó a tomar mi camión y quedamos de vernos en un supermercado que estaba cerca de la meta, ya que de seguro en la meta no iba a haber lugar para estacionarse.
Agarré lugar en el segundo camión. Llegamos al punto de reunión y nos bajaron, hacía un frío de los mil demonios. Afortunadamente los organizadores habían puesto como 4 radiadores de gas en donde todos nos amontonamos. Como a las 6:00 saqué mi “red bull” y mi barra energética, me tomé un cafecito (que regalaba star buck a los corredores), fui al baño y decidí que ya era hora de ponerme en fachas de corredor. Obviamente llevaba una de mis camisetas para correr de manga larga, pero tenía varias opciones (para las que iba bien preparado, en la bolsita que nos dieron para nuestras cosas llevaba de todo). ¿Correr con guantes o sin guantes?, ¿Correr con la gorra para el frío o con la cachucha?, ¿dejarme la sudadera de los pants sobre la camiseta o no dejármela?, ¿llevarme los lentes oscuros o dejarlos? Aunque hacía bastante frío se veía que no iba a estar tan nublado, si decidía irme muy abrigado y salía el sol iba a tener que comenzar a quitarme cosas a mitad de la carrera y ver donde me las amarraba mientras corría. Si decidía no irme muy abrigado y no calentaba me iba a ir muriendo de frío toda la carrera. Total decidí dejarme los guantes, al fin no son bultosos y me cabrían en mi bolsita donde llevaba el gel de carbohidratos. Guardé la gorra y me puse la cachucha, le colgué los lentes y me dejé la sudadera encima de la camiseta. Me quite los pants y guarde todo en la bolsa, la entregué en el camión que iba a llevar todo a la meta y comencé a calentar, que con el móndrigo frío no era muy fácil.
A las 6:45 nos cruzaron la calle para ponernos en la línea de salida, ya para esa hora comenzó a salir el sol y decidí quitarme la sudadera y amarrármela en la cintura. Me acomodé en la parte de atrás del pelotón, para no estorbarles a los corredores más rápidos.
A las 7:00 a.m. arrancamos.
La verdad me sentí muy bien en toda la carrera, procuré que mi frecuencia cardiaca se mantuviera alrededor de 160 pls/min. Aunque algunos corredores me rebasaron, fue más la gente que iba yo rebasando. Procuré mantenerme en ese paso. Por un momento aplique la técnica que me sugirió mi compadre Sergio cuando corrí mi primer maratón, identificar alguna chica guapa e irme corriendo tras ella, pero al final no hubo ninguna que llevara buen paso.
En las demás carreras me había pasado que a la mitad de la carrera te encuentras rodeado de la gente que lleva tu paso y con la que te mantienes el resto de la carrera. En esta ocasión no me pasó así, seguí pasando gente y siendo rebasado por otros. Cuando llegué a la mitad y vi mi tiempo me quedé sorprendido, 57 minutos. Mejor de lo que esperaba.
Me tomé mi gel de carbohidratos y decidí acelerar el paso, ahora a 165 pls/min.
Ya para esa hora estaba el sol fuertecito, aunque el frío no se había quitado. Como sea, los lentes y la cachucha fue buena decisión.
Durante la segunda mitad fueron más los corredores a los que rebasé yo que los que me rebasaron a mi, muchos de los que me habían pasado en la primera mitad les di alcancé y los dejé atrás, me sentí muy bien toda la carrera.
Total la terminé en 1:53:40 min. (tiempo oficial, ayer los publicaron). Yo había estimado hacer 2:00 hrs. flat.
Cruce la meta, me quitaron el chip del zapato me dieron mi medalla, me puse la sudadera. Agarré media naranja, un plátano y una botella de agua. Me devoré todo y fui a buscar mi bolsa con mis cosas. Me puse los pants, la gorra para el frío y me comí una barra energética que andaban regalando de promoción.
Hice un poco de tiempo viendo llegar a más corredores.
Luego me fui al albertson's, al punto reunión. Llegué, entré al baño, me serví un café que regalaban (al parecer en Tucson creen que es de buen samaritano regalar café cuando hace frío) y voltee y ahí estaba Rebeca. Hizo una compra en el súper, nos fuimos al hotel, me bañé mientras ella empacaba. Subimos las cosas al carro checamos de salida y de regreso a Guaymas, haciendo escalas obligadas en el Wall Mart, gasolinera y una hamburguesería (para un lunch caminero) en Nogales. Total, a las 5:30 p.m. ya estaba sentado en Guaymas preparándome para ver a los Pumas derrotar al atlas (¡¡¡GOYA, GOYA, CACHUN CACHUN RA RA, GOYA, UNIVERSIDAD!!!)
A las 9:00 p.m. ya estaba en cama totalmente dormido.
La verdad me sentí tan bien que ya estaba considerando dejar de correr maratones y dedicarme solo a los medio maratones. El problema es que en muchos de los maratones que quiero correr no hay opción de medio Maratón, por ejemplo: Nueva York, Chicago, Londres, San Diego, pero donde haya opción de medio maratón eso correré.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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Regards

Adam Hunter