Carrerita de martes 23 de septiembre.
Carrerita de viernes 26 de septiembre.
Sigo aumentando la distancia de la carrera larga, preparándome para el medio maratón de noviembre, pero voy lento, me tengo que aplicar.
Esta semana me pusé a divagar sobre una nota que me encontré…
En mi libro, “Historia de la Tierra, una cosmogonía personal” (https://acortar.link/SoYkbH) y en este blog (ver aquí) comenté que el nombre científico de nuestro antecesor, el Homo erectus, me desagrada. Siento que no le hace justicia, siempre digo que debería ser Homo prometheus, ya que él fue el primer humano en usar el fuego.
Y algo que nos distingue a los humanos es que somos los únicos animales que sabemos cómo usar el fuego, ¿o no?
Resulta que desde que los occidentales llegaron a Australia se encontraron con que los aborígenes platicaban de aves que iniciaban incendios. No solo eso, en la cosmogonía de estos aborígenes se cuenta que los hombres comenzaron a usar el fuego al copiarle a Kerrk, un ave, iniciar incendios con ramas en fuego que transportaban.
Obviamente los occidentales pensaron que eran locuras de los aborígenes y los ignoraron. Bueno, no todos los guardabosques y bomberos forestales más viejos comenzaron a reportarlos, inclusive a considerarlos en las formas en que se podían extender los fuegos. Pero la comunidad científica seguía sin aceptarlo.
Todo esto cambió en 2017, la primera publicación en una revista científica que reportaba el uso de fuego por aves rapaces como estrategia de casa.
Cosas sorprendentes, no es una especie, son tres tipos de rapaces de tamaño medio, el gavilán negro (el término correcto es milano, pero a mí ese nombre me recuerda una marca de ropa popular hace muchos años), el gavilán silbador y el halcón pardo.
Estas aves agarran ramas encendidas en lugares donde hay fuego y las llevan volando para arrojarlas en otros lugares donde hay arbustos secos, adecuados para que se inicie el fuego. No solo eso, no son esfuerzos coordinados, son varias aves que lo hacen juntas, buscando iniciar el fuego lo antes posible, para luego volar al lugar donde, dependiendo del viento, es más probable que salgan pequeños mamíferos, reptiles e insectos huyendo del fuego, su alimento.
Me pone a pensar la gran inteligencia de estas aves, entender las condiciones para que un lugar sea bueno para iniciar un fuego, la forma en que este fuego se puede iniciar, las consecuencias del mismo y, con base en ello, CÓMO HACERLO.
Pregunta interesante, ¿cómo surgió esto? Probablemente el gavilán negro fue el primero, y las otras dos le aprendieron. Este gavilán es una ave que se distribuye en Oceanía, Asia, África y Europa, y en todo este rango siempre se presenta en grandes números en las orillas de los fuegos, es una característica. Ahora, si fuera así, ¿por qué solo en Australia?
Yo siempre digo que la diferencia de inteligencia entre nosotros y otros animales es más de grado que de tipo; esto me da la razón.
Pero, como quiera que sea, el que los seres humanos somos los únicos que hemos aprendido a usar el fuego es un mito más que cae.
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