Fecha: 18 de febrero de 2006
Distancia (kms.): 10.56
Paso: 6’37”/km.
FCP (Puls/min.): 147
Ruta: Camino a Tinajas, sin colinas
Clima: algo nublado, fresco.
Divagaciones:
Estuvo rica la corrida, aunque sentí algo de frío, extrañe los guantes, tenía las manos heladas. Pero probablemente eso me ayudo a mantener la frecuencia cardiaca baja, a pesar de lo que se mantuvo en mi mente mientras corría.
Me encontré haciendo un paréntesis en mis divagaciones históricas por la indignación de lo ocurrido esta semana.
Obviamente me refiero a las grabaciones de conversaciones entre Kamel Nacif y otros oscuros personajes, referentes al rapto (no hay otra manera de llamarlo) de Lydia Cacho para llevarla ante la “justicia” poblana. En especial la llamada con el “gobernador precioso”, Mario Marín (yo debo confesar que mi concepto de estética para nada corresponde con el de Kamel, Marín está re-feo). La situación es indignante por varias razones.
Primero, es indignante que con las “palancas” de un oscuro personaje se pueda violar tan impunemente los derechos de una periodista. Habiendo arreglado todo para que en el momento que llegara a la prisión en puebla se le causaran daños físicos y psicológicos a la pobre Lydia. Afortunadamente hubo una senadora que intercedió a tiempo en su favor.
No solo eso, sino que ese poder trascienda las fronteras de un estado. Que la policía judicial del estado de Puebla pueda extraer a un particular que se encuentra en Quintana Roo, con el visto bueno de las autoridades de este último estado. Sin duda se debe establecer el procedimiento para llevar a juicio a todos los implicados.
Desde mi punto de vista es algo que debe atraer la PGR, ya que implica a cuando menos 4 estados. No solo a Puebla y Quintana Roo, sino los estados por los que debe haber circulado el “convoy poblano” que llevaba a la periodista, Estados a los cuales no se les notifico que se por su territorio se transportaría a una supuesta delincuente.
Mientras se lleva acabo la investigación que reúna pruebas para el juicio todas las autoridades implicadas, desde el “gobernador precioso” hasta las autoridades de Quintana Roo que dieron el visto bueno, pasando por la procuradora de justicia la juez que atendió el caso en Puebla y los responsables del reclusorio donde se tenía preparada la “recepción” de la periodista. Nadie tendrá la seguridad de que la investigación se realizará en forma clara mientras estos personajes sigan en sus puestos.
Segundo, dicho todo lo anterior, algo que es importante resaltar es que entre todas las pruebas que se usen para llevar a estos criminales a juicio no se deberá utilizar las grabaciones que hemos escuchado, aún cuando televisa (que ya tiene el visto bueno de Marín) realice los peritajes donde se demuestra que en efecto son las voces del gobernador y el “Rey de la mezclilla”.
¿Por qué?, simple y sencillamente porque son grabaciones ilegales, aceptar que se usen violaría el derecho a la privacidad de los implicados. No importa que sean los criminales más nefastos, son humanos y por lo tanto tienen derechos. Aceptar que se usaran esas conversaciones es atentar contra el derecho a la privacidad, no de estos truhanes, sino de todos los mexicanos. Tenemos que entender en este país que la ley no es algo que se debe aplicar de forma discrecional, según nos convenga o no. La ley se debe de respetar en todo momento, es lo único que nos asegura un trato justo a todos. Las grabaciones se obtuvieron de forma ilegal y por lo tanto no deben de tener validez. Yo no creo que esto implique que el “gobernador precioso”, Kamel y todo su sequito se libren del problema. Lo que implica es que quien se encargue de la investigación tendrá que trabajar más en conseguir más pruebas, que sin duda existen.
Tercero, es triste la forma de actuar de “nuestro” poder legislativo. Es evidente que a ningún diputado y senador le importa el efecto que todo esto tiene sobre sus representados. El PRI y el partido verde están descaradamente tratando de evitar que el relajo termine con la caída de Marín. Mientras que el PRD y el PAN buscan que ante todo el gobernador caiga. ¿Por qué?, pues por la importancia electoral de Puebla, es uno de los estados con mayor cantidad de electores, y donde el PRI es más fuerte. Si ese partido cae en Puebla es ya el clavo definitivo en el cofre del Madrazo. Hasta el momento, por lo que he visto en los noticieros o leído en el periódico, a ningún diputado o senador le ha interesado la importancia que este problema tiene con respecto a los derechos de nosotros, los ciudadanos, a los que deberían estar representando.
Cuarto, es triste darse cuenta de que en México no existe libertad de prensa, para el caso libertad de expresión. Aunque es una de las principales banderas que el gobierno de Fox ha manejado.
Cuando yo era joven sabía que no había libertad de expresión, era directamente el gobierno federal el que se encargaba de reprimirla. Ahora, el gobierno federal dice respetarla, pero no tiene la fuerza necesaria para impedir que grupos de poder impidan ejercerla. En este caso vemos como un particular, coludido con un gobierno estatal, puede reprimirla totalmente, aún cuando la publicación en cuestión no sea en su estado. El vacío de poder federal es tal que un gobernador puede ejercer su represión fuera de su estado. Pero además están las mafias del narcotráfico, que bombardean periódicos, desparecen, matan y callan a los periodistas, o ciudadanos, que los delatan. ¿Qué es peor, vivir en un estado represor o en un país en donde el estado no puede protegernos?, ¿Cuál es la función primordial de un estado?
Pues con estas preguntas me encontré frente a la puerta de la casa, se me fue la corrida y ni cuenta me di.
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