Carrerita de Martes, 25 de febrero
Carrerita de Viernes, 28 de febrero
Hace unos días un querido amigo me comentó que después de leer la entrada “¿Qué es la vida?”, de este blog, se preguntó si, con base a las características de los seres vivos comentados en esa entrada, los virus estarían vivos. Hace días que no dejo de pensar en eso.
Así que en la corrida de hoy me puse a pensar como entran los virus en cada una de las características que usé para definir a los seres vivos, veamos.
1. Está autocontenido. Tiene una estructura que claramente lo separa de su alrededor, su entorno.
Pues…SÍ, tienen una estructura que los separa de su entorno, pero a diferencia de la membrana celular de los seres vivos, compuesta principalmente de fosfolípidos, la de los virus es principalmente de proteínas. Además en el interior de estos solo hay ácidos ribonucleicos, a diferencia de los seres vivos que tienen varios organelos.
2. Tiene un intercambio de materiales y energía entre su estructura interna y lo que está afuera (metabolismo) de forma tal que su estructura interna se mantiene lo menos variable posible (homeostasia).
Bueno esta característica tiene dos partes, veamos la primera. ¿Intercambian los virus materiales o energía entre su medio interno y el exterior?, NO, no tienen metabolismo. Segunda, ¿tienen homeostasia?, NO, su estructura interna no tiene ningún tipo de variaciones, son totalmente inertes.
3. Es capaz de conseguir o generar la energía necesaria para mantener la homeostasia.
NO, mientras no interactúen con algún ser vivo son, repito, totalmente inertes, no usan, ni generan, ningún tipo de energía, ni nada.
4. Tiene la capacidad de autorreplicarse casi a la perfección, casi.
Definitivamente, NO, los virus no se AUTOrreplican, requieren de los seres vivos, a los que parasitan, para poder reproducirse. Pero para hacer sus copias aprovechan ácidos nucleicos, que es el material que usan los seres vivos para guardar su información genética. Los ácidos nucleídos virales “hackean” el sistema de los seres vivos para que se hagan las copias de los virus. Estas copias son casi perfectas.
5. Esa pequeña imperfección al hacer las copias de sí mismo permite que existan variantes en forma suficiente para que haya una selección natural.
¿Las variantes de las copias de los virus son suficientes para que haya una selección natural?, SI, en los virus hay selección natural, por lo tanto evolucionan.
Así, que siendo estrictos, los virus solo cumplen con dos de las cinco características, por lo que no se pueden considerar cómo seres vivos. Pero, sin duda, están muy relacionados con los seres vivos.
El que usen ácidos nucleicos para su reproducción nos habla de que su relación con los seres vivos es muy estrecha. Todos los seres vivos los usan para su funcionamiento, no solo la reproducción, ya que en estos compuestos es donde está guardada toda la información genética de las células, los genes. Con esta información se forman las proteínas, no sólo las estructurales si no las operacionales, las que cumplen, o regulan, las funciones relacionadas con las características dos y tres de la lista comentada.
El que los seres vivos los virus estén tan relacionados se puede explicar de dos maneras:
Primera, dentro de los primeros proto-organismos, que comenzaron a aparecer en los inicios de la vida, estaban los virus. Especializándose, posteriormente, en parasitar a los que finalmente dieron lugar a los seres vivos. Suena interesante, pero el que tengan una cubierta de proteínas me hace dudar que sea así, la única fuente que se conoce de proteínas, no de aminoácidos, son los seres vivos.
Segunda, que originalmente hayan sido seres vivos y que posteriormente se hayan sobre-especializado en llevar una vida parasitaria, cuya única función es dejar copia de sus genes, lo que hacen de forma muy exitosa. Esto va muy de acuerdo con la teoría del “gen egoísta” de Richard Dawkins.
Eso, además, tiene que ver con lo comentado en mi opinión sobre los virus y la categoría cuatro de la lista. Los virus usan sus ácidos nucleicos para tomar la maquinaria del ser vivo al que parasitan, convirtiéndolo en una máquina de hacer copias del virus. Aquí hay varias cosas interesantes, dos en especial.
La primera es, ¿existe la probabilidad de que material genético de los virus queden integradas en el genoma de sus huéspedes? Si esto es posible, ¿afecta la evolución de los huéspedes?
Si los genes de los virus pueden integrarse a los genes del huésped, esto se llama transferencia genética horizontal (TGH) y, sí, tiene implicaciones en la evolución. Por ejemplo, sabemos que aproximadamente el 30% de la divergencia de las proteínas que han ocurrido en nosotros, los humanos, desde que nos separamos de bonobos y chimpancés se debe a la TGH. Pero esta transferencia también puede ayudar para que los huéspedes puedan generar respuestas inmunológicas más efectivas. ¿Te quieres sorprender más?, según algunos estudios la TGH con virus puede haber afectado el desarrollo de la placenta en los mamíferos placentarios.
Pero esto ocurre en ambas direcciones, genes de los huéspedes pueden pasar a los Virus. Hay ejemplos donde se ve que esto permite que los virus se vuelvan más efectivos en el proceso de apropiarse de la maquinaria celular del huésped.
Así que los seres vivos y lo virus co-evolucionamos, afectando unos a otros.
Segunda, ¿qué tan rápido evolucionan los virus?, bueno pues eso varía mucho, hay algunos que muy rápido y otros que más lento. En general podemos dividir a los virus en dos grupos, según el tipo de ácido nucleico que usen. Los virus ARN y los virus ADN. Los primeros evolucionan más rápido por tres razones. Primero, su replicación es más propensa a errores, mutaciones. Segunda, no tienen mecanismos de corrección de errores. Tercera, su reproducción es más rápida, generando más mutantes más rápido. Es por eso por lo que las enfermedades virales más difíciles de erradicar, cómo SIDA, influenzas y catarros (causados por coronavirus) son de virus ARN.
En conclusión. Yo no fallo de ponerme la vacuna de la influenza todos los años ya que no están vivos, pero están más vivos que muertos.
*Originalmente publicado como: "Pero yo no fallo de ponerme la vacuna de la influenza"