Entre que me comenzó a fregar la espalda y el calorón de agosto dejé más de un mes de correr.
Lo de la espalda me espantó, cuando me dió lata anteriormente me retiro de las carreras por casí 3 años. Después de 3 semanas de estiramientos y pomadas, sin resultado alguno, cambié la silla en la que me siento frente a la computadora y, magicamente, las molestias terminaron.
Las 2 últimas semanas de septiembre comencé a correr nuevamente, pero realmente en Octubre regresé a la rutina. Ya van 2 semanas de 30 kms y me siento cada día mejor.
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