Sigo sin ponerme en orden, otra vez solo dos corridas, el jueves una corta de 7.9 kms y ayer, sábado, una larga de 15.8, la misma ruta de la semana pasada.
Es curioso ayer estuve a punto de quedarme en la cama, la verdad la mañana estaba fría y la cama calientita. No sé de donde saqué ánimos y me acabe levantando. Pasadas las 7 de la mañana terminaba mis estiramientos e iniciaba la corrida.
La mañana fría y nublada no ayudaba a mis ánimos, inclusive, mientras aún iba por el Blvd Luis Encinas, pensaba en dejarla a medias. "Llegando a la marca de regreso para 7.9 kms ya veré".
Tomé el camino a Tinajas y me comencé a sentir mejor, tan es así que al llegar a la mencionada marca ni me acordé.
Cuando entré a Tinajas pensé en que al llegar a la marca de regreso de los 13.2 kms sería el momento de regresar. Pero al llegar al final de Tinajas me sentía fuerte así que decidí correr los 15.8.
No contaba con la primer colina del camino a San Carlos, los que la conocen ya saben de que hablo, es bastante empinada. Estuve a punto de aventar la toalla, pero aguanté.
Al llegar a la cima todo valió la pena, el paisaje con el Tetakawi al fondo con el León Dormido, totalmente blanco, iluminado lateralmente por el sol que tenía poco de haber salido valió. Esa postal que guardé en mi cabeza valió todo el esfuerzo.
Bajé la colina camino al delfinario, poco antes de llegar ahí comenzó en mi shuffle una versión en vivo de Moby Dick de Led Zeppellin, con el mejor soló de batería del legendario John "Bonzo" Bonham. Comencé a alucinar, mientras corría me sentía que era yo el de la batería. Cuando me di cuenta ya era el punto de regresar, seguía Moby Dick y yo en la batería. La subida de la colina de Tinajas es más empinada de regreso, pero ni la noté estaba tan metido en la canción que al llegar a la punta y ver el paisaje, ahora la bahía de Bacochibampo, fue que me di cuenta de que me la había aventado sin notarla.
Ya que se acabó la canción tuve mi encuentro con el perro de Tinajas, que de ida no se había aparecido, en las bolsas de mi short traía 2 piedras para ello. Ahora si estuve a punto de pegarle.
Seguí corriendo, con divagaciones varias, hasta que llegué a la entrada de la colonia Lomas de Cortés. Entonces se "encendió" la voz del narrador. Este es un alucine que frecuentemente me pasa cuando estoy cerca del final de una carrera larga. Se aparece un narrador en mi cabeza, haciendo la crónica del final de mi carrera como si fuera un maratón en las olimpiadas donde el líder, obviamente, soy yo.
Y en efecto, llegué a la puerta de mi casa con los brazos en alto, como si estuviera recibiendo una ovación.
Creo que todos los que corren distancia, tienen alucines similares a los que tengo yo en mis carreras. Cuando comenzaba a correr leí varias veces del "Runner's High" como le dicen en inglés. En aquel entonces se le adjudicaba a la producción de endorfinas asociadas al esfuerzo físico. Estas substancias son opiates que produce el cuerpo. A mi no me gustaba esa teoría porque yo no me sentía acelerado en mis alucines, sino más bien tranquilo e imaginativo.
Actualmente la teoría predominante es que no son las endorfinas las responsables, sino endocannabinoides, como su nombre indica, compuestos que produce el sistema nervioso similar al compuesto activo de la marihuana. Me suena más acorde.
Así que por ello lo llamó yo "el pasón de los corredores".
Si les interesa les pongo 2 enlaces al respecto.
http://www.askdrmanny.com/forget-endorphins-im-running-for-the-endocannabinoids/
http://well.blogs.nytimes.com/2011/02/16/phys-ed-what-really-causes-runners-high/
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