Fecha: 15 de enero de 2006
Distancia (kms): 21.1
Paso: 5’57”/km
FCP (Puls/min): 174
Ruta: Medio Maratón Rock and Roll Arizona
Clima: Fresco, no frío, despejado, seco.
Divagaciones:
Bueno pues apenas mediados de enero y ya una primera competencia grande, buena forma de iniciar el año.
Pero antes de entrar en detalles de la carrera, déjenme contar todo el relato del viaje.
Regresamos a labores, la primera semana fue de calentar motores, ir preparando las actividades y aterrizar los planes. No me llegaba la fecha de la junta de planeación de la División de Ingeniería y Arquitectura de Campus Monterrey, en la que debía asistir como director de centro, así que no podía inscribirme en la carrera. El viernes 6 mandé un mensaje esperando que ya hubiera fecha.
El sábado me levanté y decidí ir a correr, tal y como narré ya en este blog.
El domingo fui a recoger a Rebeca a Hermosillo, venía de Monterrey de dejar bien instalada a Mariana, su “campamocha” como le dice ella, en Monterrey. Comienza la carrera de Psicología Organizacional en el Tec.
El lunes llegué a la oficina y revisé mi correo electrónico, me avisaban que la junta de planeación sería el martes 17 de enero. Inmediatamente vi que tendría la oportunidad de correr el medio maratón. Entré a la sitio de Internet, al quererme registrar me encontré que las inscripciones en línea se habían cerrado. Así que por un momento me di por vencido, la única alternativa era ir a la expo el viernes en Phoenix y ver si quedaban lugares disponibles. Se me hacía muy arriesgado. Cuando estaba a punto de cerrar me encontré que había un número de teléfono. Lo marque, pregunté que si habría lugares y me dijeron que en la expo iba ha haber registros y que si estaba el viernes cuando abrieran de seguro que tendría lugar.
Así que arreglé todo para poderme escapar desde el jueves en la tarde y poder estar a la hora que abrieran el registro el viernes.
Obviamente Rebeca, mi porrista oficial se apuntó, no solo para apoyarme sino para ver a sus hermanos y, aunque “no se me ofrece nada” dijo, ir de compras.
Decidimos que el jueves llegaríamos a dormir a casa de la Helen y viernes y sábado en casa de Carlos, su hermano que vivía en Nueva York y hace poco se mudo a Tempe. Así aprovechábamos para estar en las dos casas y dormir la noche más cerca de la salida del medio maratón, en el centro de Phoenix, y de la meta, en el estadio de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe.
El vieja de ida, a diferencia de hace un año cuando corrí el maratón completo (http://lascarreras.blogspot.com/2005/10/rock-and-roll-arizona-2005.html), estuvo de lo más tranquilo. Solo tuvimos que hacer una parada en Nogales para dejarle una receta a Armando, otro cuñado, para surtir de medicinas a mi suegro en Nogales.
Llegamos a casa de la Helen cerca de la 9:00, ella y Andrea nos esperaban, Nicole ya estaba dormida y Bill mi concuño andaba de viaje de trabajo. Platicamos un rato y nos fuimos a dormir.
En la mañana después del desayuno me fui al registro, llegué faltando 20 minutos para las 10 y ya había una cola tipo estadio de CU para ver el Pumas-América. Eso si, apenas dio la hora se movió rápido y en menos de una hora ya estaba yo en el carro, con mi número de registro, mi chip, bolsa, instrucciones y cachucha del maratón (está ultima no va incluida en el paquete de inscripción, pero se me atravesó en el camino y la compré). Les marqué a la Helen y Rebeca para ver donde nos veíamos. ¿Cuál creen que fue el punto de reunión?
En efecto un “shoping Mall”.
Llegué como inglés, las chicas como media hora tarde, cosa que ya suponía. Rebeca es extremadamente puntual, con excepción de cuando está de compras, en ese estado ella se vuelve totalmente “Einsteniana”, el tiempo y el espacio se vuelven relativos, lo único absoluto son los precios (alguien debería hacer un estudio de la relación entra la velocidad de la luz y los precios en baratas).
En el mall nos separamos, por un lado la Helen se fue por Nicole y Rebeca y yo la esperaríamos en un restaurante para comer, hora de reunión a las 2:00 p.m. Pero apenas arrancamos a Rebeca se le ocurrió ir al “Gualimaris”, así le dice al Wall Mart, “de carrerita”. Entramos, cada quien por su lado, cuando la encontré le dije que me iba a la caja. Se quejó de que era un desesperado y se metió a los cosméticos. Yo solo me dije: “Serenidad y paciencia, pequeño Solín”.
Al rato apareció, se quejó porque tenía cara de desesperado. Llegamos a la caja y mientras marcaban la mercancía saqué el celular. “¿Ahora a quien le hablas”, la miré y comencé a hablar por teléfono. “¿Helen?...si soy yo…mira estamos apenas en la caja del Wall Mart…¡¿Qué ya vas a llegar al restaurante?!...bueno, perdón, no tardamos, ahí nos vemos.”
“¿Pos’ que horas son?” me dijo Rebeca, “las 2:10” le contesté.
Durante la comida Nicole me dijo que Ryan (sobrino de Bill), su esposa Loraine, Carey (hermana de Bill) y Mark (su esposo) iban a correr, pero “I’m sure you are going to win”, me dijo.
En la tarde recogimos los tiliches de casa de Helen, nos despedimos de Andrea y nos fuimos a casa de Carlos y Caterina. Fue una fortuna que Helen también fue y la pude seguir porque sino la hubiera seguido de seguro me pierdo. El tráfico, pasando de las 5 de la tarde, cargadísimo, me sentí en el DF, una hora y cuarto de camino.
Llegamos a casa de los Tirado-DÁgrosa, ya nos esperaban. Nos dio gusto, teníamos rato de no verlos. Al principió Sara pegó de gritos con la efusividad de Rebeca y no se dejaba abrazar, pero después de un rato, más bien cuando necesitó que alguien la llevara afuera, se le olvido. Benjamín sigue de fanático de los trenes y como a unas cuadras de la casa pasa, y desde la cochera se ve claramente, cada pasó del mismo es una fiesta.
Aproveché para tomarles algunas fotos (http://mx.photos.yahoo.com/ph//my_photos, album Arizona Enero 2006-Niños).
Mi plan para el sábado era quedarme a tirar la flojera, hidratarme, comer bastantes carbohidratos y, en especial, cuidar la espalda, ya que el domingo haría mi mejor esfuerzo por terminar el medio maratón en menos de dos horas.
El sábado me levanté, me desayune un mega muffin con un café y cuando me di cuenta ya iba con Rebeca en el carro camino al “Arizona Mills”, diría que un mall de outlets, pero lo correcto es “EL MALL DE OUTLETS”, es gigantesco. Total, que a las 2 de la tarde me encontraba yo caminando en un lugar con un sinfín de tiendas, sin haber tomado agua, sin comer y cargando bolsitas, bolsas, bolsotes y bolsones.
Para colmo de males el lugar que encontramos para comer en el mall solo tenía servicio en el bar, ya que harían ahí una boda, y los meseros nunca llegaron a atendernos.
Quedaba el lugar de comida chatarra que hay en todos los malls pero ni a Rebeca ni a mi se nos antojó nada.
Salimos del mall y fuimos a un Target, la verdad es que esa cadena de tiendas nos debería dar algún reconocimiento honorario, siempre acabamos gastando en esa tienda.
Como era de suponer no encontramos nada para comer en los alrededores, así que agarramos de regreso a casa de Carlos, en el camino Rebeca iba viendo si aparecía algún lugar para comer. De repente exclamó “¡¡un Aplebee’s!!”
“Bueno, estamos a 3 cuadras de casa del Pirulee (Carlos)”, vamos a dejar las cosas a su casa y los invitamos a comer”. En la casa no había nadie, dejamos un mensaje y fuimos a comer.
Erán las 4:30 p.m., solo tenía un muffin y un café en el estómago, toda la mañana había estado caminando y cargando bolsas, algo me hace suponer que no seguí con mi plan original.
Eso si me desquite en la comida, además de un platón con pollo, arroz, champiñones y almendras me aventé, con algo de ayuda de Rebeca, un pastelote de tres chocolates, de esos que tienen chorrocientas mil calorías.
Ya en la casa de Carlos el resto del día si seguí con mi plan, tomando gatorade, tumbado echando la flojera. Aproveché para cargar música en mi MP3, la liasta que programé para escuchar durante la carrera, la mezcla incluía desde sara Brightman hasta Uriah Heep. Todo estaba calculado para en Crisis, perdón con Crises, de Mike Oldfield, y relajarme, ya en el área de descanso, con Beutiful Day de U2.
Mayo, otro hermano de Rebeca, llegó en la tarde, estuvimos platicando de temas diarios hasta que llegó la hora de dormir.
El domingo me levanté temprano, me vestí para la carrera (con la camisteta de los Pumas que me regalo Inés), me desayuné un café con una barra energética, tomé más gatorade. Carlos se apuntó un 10 y me dio un aventón al centro de Phoenix, lugar de la salida.
Ya en la salida nos informaron que el medio maratón había roto record de asistencia, con 21,500 participantes. Y la verdad así se veía, parecía la estación del metro Pino Suárez, pero separados en corrales. Yo estaba en el corral 7, de los que planeaban terminar en alrededor de 2 horas.
El maratón comenzó con un ligero retrazo, a las 8:45 estábamos arrancando. El clima ideal para correr. Mi plan era mantener mi ritmo en menos de 6 minutos/km y la frecuencia cardiaca entre 165 y 170 puls/min. La verdad no lo conseguí, cuando bajaba mi ritmo de 6 min/km, subía mi frecuencia por arriba de 170 puls/min y si baja la frecuencia aumentaba mi ritmo arriba de 6 min/km.
La ruta del medio maratón no es tan agradable como la del maratón, pero tiene lugares agradables, en especial al final. Eso si es muy plana con excepción de la entrada de Tempe.
La verdad iba muy bien hasta que llegué al km 18, donde se me comenzo a acalambrar el pie izquierdo y el cansancio me comenzó a atacar. Así que al final me desinfle. Aún así terminé el medio maratón en 2 horas 5 minutos. No el tiempo que quería, pero cerca.
El final de la carrera era una multitud, de verdad quedé impactado, obviamente entre tanta gente no vi a Rebeca. Ya que cruce la meta, recogí mi medalla, entregué mi chip y agarré agua y una manta de plástico térmica, salí al área de reunión. Ahí estaba Rebeca, Carlos, Caterina, Sara, Benjamín, Nicole, Helen y el hijo de Ryan. Cuando me vio Nicole, me pregunto por mi medalla y al enseñársela gritó: “I know you were going to win!”, la verdad se siente bien tener una fan incondicional.
Rebeca sacó la cámara y me tomaron fotos solo y con el grupo de porristas (http://mx.photos.yahoo.com/ph//my_photos, album Arizona, Arizona, Enero 2006-Llegada 1/2o Maratón).
Cabe aclarar que Ryan y Lorraine son mucho más jóvenes y atléticos que yo, pero ellos correrían el maratón completo. Por su parte Carey y Mark realmente caminaron el medio maratón. Así que era difícil que no les ganara.
De ahí nos fuimos caminando a casa de Carlos, me bañé mientras Rebeca subía todo al carro.
Además de el record de asistencia a un medio maratón se rompió otro. Halie Gebrselassie rompió el record mundial de medio maratón, con un tiempo de 58 min 55 seg. Así que puedo decir que estuve enla competencia en que se implantó un nuevo record.
A la 1 de la tarde íbamos de regreso a Guaymas. Solo nos paramos en Nogales, en la parte de Arizona para cargar gasolina y comprar un hamburguesa, y en la parte de Sonora, junto a la garita de aduanas, para que Armando nos diera la medicina de mi suegro.
A las 8 de la noche ya estaba yo pensando en que empacar para el viaje a Monterrey, no tuve que pensar mucho, Rebeca sacó una maletota que llenó con una gran variedad de cosas, que iban desde una impresora hasta bistec con apapas en salsa de tomate (entre otros varios guisos congelados) y las tortillas de harina.
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