Debo confesar de que las 3 últimas semanas fui vencido por la flojera, solo 2 corridas en todo ese tiempo. En gran parte fue flojera, pero también hubo una semana que me estuvieron entrando unos calambres horribles en las madrugadas y esos días preferí no correr.
El principal evento en dichas semanas fue una camida en San Carlos con los Soberón Ferrer. El sábado 4 de febrero comimos Rebeca y yo con los hijos de Galo el primo de mi papá. Estuvieron Lourdes Mamá (la esposa del primo de mi Papá), Lourdes (que fue la que nos invitó), su esposo Alejandro y sus hijos Alejandra y Santiago; Gabriela, ella vive en Colombia y en este viaje dejó a la familia en casa; Galo, su esposa Sandra, con sus hijos Lucía y Galo; Gerardo y Mónica (los anfitriones), con sus hijos Mónica y Gerardo. Además estuvo Montserrat, hija del primo Waldo de mi Papá, con su esposo Ramón Xilotl. Va una foto del atardecer después de la comida.
La pasamos muy bien, realmente desde que llegamos nos sentimos en familia, a pesar de que era la primera vez que los veíamos.
Aqui debo declarar mi culpabilidad, cuando llegamos a Guaymas alguien me preguntó que que era yo del Dr Galo Soberón de Cd. Obregón, mi respuesta fue que con ese nombre debía de ser pariente mío, ya que mi abuelo se llamaba así, pero que no lo conocía. Al preguntarle a mi Papá me contó que su primo Galo se había ido a vivir a Sonora hacía muchos años, que debía ser él. Me propuese hacer contacto, pero por una u otra razón lo fui dejando. La verdad es que mi papá me enseñó que el que llega debe ser el que busque al de casa para saludarlo y no lo hice.
Ahora que me entró la inquietud de armar el árbol genealógico de los Soberón Parra y descendientes establecí contacto con Lourdes y de ahí salió la invitación de ella.
La verdad es que me arrepiento de no haberlos buscado antes, en la comida me sentí tan arropado por los Soberón Ferrer que no puedo más que reconocer que perdí 20 años de calor de familia.
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