Fecha: 7 de octubre de 2006
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'38”/km
FCP (Puls/min): 146
Ruta: Camino nuevo a San Carlos
Clima: humedo
Kms en la semana: 31.68
Kms totales en entrenamiento: 63.32
Divagaciones:
Bueno, generalmente me gusta dejar un día de descanzo entre corrida y corrida, pero dado que si no iba se me acababa la semana sin cubrir las tres carreras, pues me levanté.
Además me desperté temprano, así que decidí que era lo mejor para no perturbar a Rebeca y dejarla dormir hasta tarde, como le gusta hacer los sábados.
Hoy me tocaba carrera larga, la idea es tomar esta carrera para ir aumentando la distancia, pero hoy es la primera así que inicié con 10.54 kms. Lo que varié en este día fua la ruta. Aunque no llegué al camino nuevo a San Carlos, ni siquiera a Tinajas, decidí ya usar el nombre de la ruta, ya que a partir de la próxima semana ya estaré llegando al delfinario. Lo único que varió con respecto a la ruta normal es que no hice la subida de Cananea y me extendí un poco más para cubrir la distancia.
El chiste de la carrera larga es disfrutarla, así que cargué música en mi shufle, obviamnete, después del concierto del martes, casí exclusivamente música de Pink Floyd, pero para llenar espacio inclui más música de Roger Waters y David Gilmour, además del disco “Paris” de Supertramp (que compré ahora en Phoenix).
Así que corrí con calma disfrutando de la música y del ambiente, fue una corrida muy rica, la disfruté como enano.
Llegué de muy buen humor, pensando en un rico chapuzón en la alberca y en disfrutar el resto del sábado.
Entré y me encontré con que Rebeca andaba despierta, “¿que hace levantada?”, pregunté. “¡Pues tus p#%&+es llamadas telefónicas!”.
“¿Que llamdas?”, respondí. No lo hubiera hecho, me dio toda una disertación sobre los desgraciados del banco Santander Serfín que desde las 6:50 me estaban llamando, llevaban ya 3 llamadas. La tranqulicé y le dijé, bueno ya llegué yo los atenderé. Me fui a echarme mi clavado a la alberca. Cuando subí habían vuelto a llamar.
Así que me senté con el teléfono en mano, a esperar la llamada. En menos de 5 minutos ahí estaban. Una señorita, para decirme que estaban reiniciando mi trámite de la tarjeta de crédito Santander-Mexicana. Le informé a la señorita que esa tarjeta jamás la había solicitado. Hace muchos meses por teléfono me habían tomado mis datos para decirme que era candidato, pero por ahí de abril me llegó una carta que no había sido autorizada. Se me hizo raro, que me la ofrecieran y luego no la autorizaran, pero no me importó. La telefonista me comenzó a explicar que había sido error de ellos y que....
La paré en seco, le dije que no me interesaba y que se me hacía de muy mal gusto que hablaran antes de la 7:00 am en sábado. “¿Pero es que son las 9:30?”. Pobre mujer, me pusé como loco para explicarle que en este país hay varios usos horarios y que el DF no es el país. Total pidió disculpas y se despidió.
A los 10 minutos el teléfono otra vez, nuevamente de Santander-Serfín. Apenas comenzó hablar la señorita la paré en seco, le expliqué que no me interesaba su tarjeta y que ya estaba harto de su maldito banco, le dío risa, le colgué.
A los 10 minutos nuevamente, cuando escuché Santander-Ser....
Le comencé a decir que que diablos tenía que hacer para que dejaran de molestar, me colgó. Según sabía yo las teléfonistas de los “call centers” tienen prohibido colgar, esta lo hizo.
Diez minutos después, ¿que creen?, si otra vez. Pero ahora el cuate aguantó mi explosión y me dijo que para sacarme del sistema me tenía que soplar todo el procedimiento de toma de datos, luego pasar por el departamento de control de calidad y finalmente pasar por el sistema de “grabado de solicitud”.
Así que respiré hondo y me aguanté todo el rollo y cuestionario. Por fin me pasó con el departamento de control de calidad. Me contestó una señorita y cuando le conté todas las molestias por las que había pasado, me aseguró que estaba muy apenada, que no era cierto que tuviera que pasar por todo el proceso, con decir que no estaba interesado era suficiente. Pero dado que Santander-Serfín tenía contratado a varios “call centers” y que por eso me habían hecho tantas llamadas. “¿Que hago para que me dejen de llamar?”, pregunté. “Pues voy a poner en el sistema que no está interesado, espero que con eso lo dejen de molestar”.
“¡¡¿ESPERA?!!”, le respondí, pero antes de que me diera más explicaciones, me despedí.
Cinco minutos después, ¿que creen?, si el teléfono. ¿Quien creen que era?, si, de Santander-Serfín.
Para explicarme que como no había pasado por el grabado de voz el proceso no había acabado así que mi nombre seguía en el sistema. Antes de que comenzará a hablarle de su familia y la de todos los familaries del Santander-Serfin, escuché. “Esta bien, pero si me cuelga alguien más le va hablar en 10 minutos”.
Tomé aire y le dije que acabaramos con el proceso, cuando me comenzó a leer toda la información que ya me habían tomado lo interrumpí, “ya páseme con los del grabado de voz” y me pasó. Ya estaba de regreso en el departamento de calidad, a la pobre señorita le dije todo lo que pensaba de su sistema de calidad. En eso estaba cuando escuché, “no se preocupe, lo pongo en el sistema y....”
“¡¡¡¡¡NO!!!!!”, le grité, yo creo que haste se espantó. “Páseme a lo del grabado de voz”. Pero para eso me tuvieron que leer todos mis datos nuevamente, así que por fin llegué al grabado de voz. Saben en que consistió, en responder si y no a todos los datos que me acababan de leer, eso si despues de preguntarme si estaba dispuesto a que grabaran mi voz. No supe si reir o llorar...
¿Irá a sonar nuevamente el teléfono?
Memo sufre....