Corridita de Miércoles 18 de diciembre
Corridita de Viernes 20 de diciembre
Dude de levantarme hoy, viernes a correr, ayer tuve una muy buena convivencia con queridos amigos y comí en exceso, por lo que no dormí bien. Por fortuna si corrí.
Este mes hubo dos noticias sobre ancestros de los seres humanas que llamaron mi atención. La primera fue el descubrimiento de huellas fósiles de Homininos, así les llaman a los grandes simios (Hominidos) que caminan erguidos. Se descubrieron en Kenia en 2021, pero hasta ahora se publicaron las conclusiones. De las huellas hay unas que son perfectamente humanas, las otras tienen algunos detalles que las hacen distintas, su antigüedad es de unos 1.5 millones, nosotros no existíamos en aquel entonces, pero si los Homo erectus, que del cuello para abajo eran iguales a nosotros, así que las huellas humanas son de ellos. De las otras, pues el estudio concluye que son de Australopithecus (Parantropus) boisei. Otra cosa interesante, los autores del estudio concluyen que las huellas fueron hechas con muy pequeña de diferencia entre unas y otras. Esto es interesante, desde hace tiempo se sabía que estas dos especies correspondían en tiempo y espacio, pero había una discusión si realmente se habrían encontrado una con otra. Estas huellas muestran que si se encontraron.
Sabemos que especies de homininos más recientes también habían coincidido, lo que me lleva a la segunda noticia. La identificación de una nueva especie de Hominino, con una antigüedad de aproximadamente 200 mil años, vivió en el este de Asia, en un lugar de lo que ahora es china. En el este asiático hay una gran variedad de especies de humanos entre 300 mil y 50 mil años. Cosas curiosas, esta nueva especie era muy cabezona, para dar una referencia los Neandertales (H. neanderthalensis) tenían una capacidad craneana de unos 1,400 cm3, nosotros, los H. sapiens, es un poco menor, por ahí de 1,350 cm3. La nueva especie tiene una capacidad de más de 1,600 cm3, se le dio el nombre de H. juluensis, Ju Lu en chino es “cabeza grande”. Al igual el neandertal, el cabezón, su bóveda craneana tenía una forma como de huevo, con un lóbulo occipital muy alargado. Nuestra bóveda es más redonda. Por esas épocas había otros humanos en Asia, al menos el H. erectus, que de África se había extendido hasta allá y el hombre dragón, H. longi, otra especie que fue reconocida recientemente, en 2021. ¿Estos humanos se encontraron unos con otros?, es muy probable, pero no hay evidencia de así haya sido.
Me faltaba comentar algo, en el estudio de descripción del cabezón se especula que los Denisovanos probablemente sean sus descendientes.
¿Hubo otro tiempo y lugar en que diferentes tipos de humanos hayan coincidido?, si y muy recientemente.
Comencemos con África, hace unos 250 mil años, nosotros, los H. sapiens, ya andábamos merodeando, pero no solos, había otro humano, muy parecido a humanos arcaicos, pero que había permanecido hasta esas fechas, el H. naledi, descrito apenas en 2015. Coincidió con nosotros en Sudáfrica en el tiempo, pero no hay evidencias de que nos hayamos encontrado.
Luego los humanos salimos de África y comenzamos a encontrarnos con otros parientes, pero algunos de estos parientes se encontraron entre sí. Por ejemplo en Siberia, en las montañas de Altái, sabemos que los Neandertales convivieron con otros parientes, tenemos poca información de estos últimos, la mayor de lo que sabemos de ellos es por el material genético encontrado en restos óseos en una cueva, Denisova, en esas montañas, de ahí su nombre común, Denisovanos. En Denisova hay restos de estos dos parientes. Esto fue hace entre 80 mil y 50 mil años.
Sabemos que neandertales y Denisovanos se mezclaron, evidencias concluyentes. Unos restos en los que se ha podido determinar que la madre era denisovana y su padre neandertal. Una niña, Denny, es el único hibrido de especies de humanos de primera generación que se conoce.
Aunque hay muy pocos restos de Denisovanos sabemos que se extendieron por Asía, hay restos en el Tíbet y en Laos, pero son tan pocos que aún no se reconocen oficialmente como una especie.
Pero regresemos a nosotros, salimos de África y llegamos a Medio Oriente y África, donde nos encontramos con los Neandertales, entre hace unos 100 mil y 40 mil años, hay mucha evidencia de que estábamos en los mismos sitios al mismo tiempo.
Pero también llegamos a Asia, donde nos encontramos con los Denisovanos, se estima que entre 50 mil y 30 mil años, probablemente menos. No hay mucha evidencia física de la coincidencia, pero sí de otro tipo, de la que hablaré en un rato.
Pero si has leído antes este blog recordarás que por esas épocas había otros parientes por Asia, los erectos seguían presentes, pero además estaban los hobbits (H. florensensis) y los Luzones (H. luzonensis). ¿Llegamos a encontrarnos con ellos?, quién sabe, no hay pruebas.
Pero de que convivimos con los Neandertales y los Denisovanos no hay duda, hasta intercambio sexual hubo, ¿cómo lo sabemos?, por nuestro genoma.
Los estudios comparando los genomas de los neandertales y los Denisovanos con los nuestros muestran que entre el 1 al 4% de nuestro genoma es neandertal, el mayor porcentaje se encuentra en los humanos que tienen ascendencia Europea.
¿Nos mezclamos nosotros con lo Denisovanos?, sin duda.
En los humanos actuales de ascendencia asiática hay más de 2% de genoma denisovano. Pero en las islas de Melanesia llega hasta el 6%.
Pero se pone aún más interesante. Al comparar los genomas de personas de Indonesia con los de neandertales, Denisovanos y otros humanos, se encontró algo sorprendente: el ADN Denisovano de la gente de Nueva Guinea es distinto al del resto de los genomas Denisovanos en humanos. Es más, pudiera ser que estos Denisovanos se hubieran mezclado con algún otro humano, más antiguo que los Denisovanos y los neandertales, ¿erectos, cabezones o dragones?
¿Por qué desapareció tanta variedad de humanos que vivieron tan recientemente?
Bueno, especulando, los humanos tenemos una característica: somos ecológicamente muy agresivos: adonde llegamos, acaparamos con todo y dejamos sin nada disponible para otros humanos.