miércoles, enero 24, 2007

Solo de pasada...

Después de una competencia es bueno tomarse unos días de reposo. Siempre sigo la regla de medio día de descanzo por cada km de la competencia, así que ahora me encuentro en mi segunda semana de relax.
Hace un momento me preguntaba el "Tiburón", Raúl Yepez, sobre las fotos de la carrera. Bueno, la Ley de Murphy atacó y la cámara no le funcionó a Rebeca. Así que lo único que pude hacer es "bajar" unas fotos, de baja definición, de los lugares que toman fotos e los corredores. No pienso comprarlas, están realmente caras, así que con esto me conformaré.
Las pueden ver aquí:
maratón009
memosoberon
Para los que no saben como funcionan los tiempos en las competencias, hay dos tiempos oficiales. El "gun time" que marca el tiempo en el que arrancaron los corredores "elite", los primeros. El otro es el "chip time", que es el tiempo individual para cada corredor, medido con el chip que se poné uno en el zapáto.
Había tantos competidores que de que arrancaron los primeros corredores a que llegué yo a la lína de salida pasaron 3:40 minutos. Por ello la pizarra en la llegada marca 4:28:07. Que no debe ser muy exacta ya que en las estadísticas oficiales mi "gun time" fue 4:28:10.
La semana próxima estaré en el show de gemas y joyas de Tucson, así que no esperen una entrada en corto plazo...

jueves, enero 18, 2007

Maratón a 0°C, ¿y los dioses del maratón?

Fecha: 14 de enero de 2007
Distancia (kms): 42.195
Paso: 6'31”/km
FCP (Puls/min): 154
Ruta: Rock and Roll Arizona Marathon
Clima: Muy frío, seco.

Kms en la semana: 31.65
Kms totales en entrenamiento: 669.88
Promedio durante entrenamiento (Km/sem): 41.87

Divagaciones:

Después de revisar las opciones Rebeca y yo decidimos salir el jueves a las 11:00 a.m., ibamos con la mira de llegar al norte, hasta Peoria. Yo iba seguro de que los dioses del maratón me estarían protegiendo. Por ello iba manejando despreocupadamente, después de la mitad del camino entre Guaymas y Hermosillo, en una recta, pasamos un objeto blanco y negro que se encontraba en el camellón. "¿No era una patrulla?", preguntó Rebeca. Le respondí que pensaba que si. "¿No vas a exceso de velocidad?", si en efecto iba a exceso de velocidad y antes de que respondiera ya la tenía tras de mi.

Me orille, paré el carro, saqué mi licencia y tarjeta de circulación y bajé la ventana. Llegó el oficial, se inclinó y me informó que me detenía porque iba en exceso de velocidad, respondí que era cierto, pero que no me percaté hasta que lo vi. En eso preguntó: "¿En que trabaja?", No sé que respondí, pero sonó algo parecido a: "Importo agua de sistemas de cultivos del sur residual de plantas y Mar de Perlas Cortés"

Inmediatamente llegó a mi memoria uno de los personajes de los programas de Eugenio Derbes, gritando, "¡¡¿¿QUE DIJO??!!, ¡¡QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE!!

Obviamente la cara del oficial refejaba la misma sorpresa y a mi me entró un ataque de nervios. A tal grado que me bajaron del carro y me pidieron abrir la cajuela del carro. Total ya que me calmé todo acabo en la multa.

Reiniciamos el camino y todo parecía bien. Yo estaba seguro de que la protección de los dioses del maratón ahora si me llegaría.

Llegando a Nogales le marcamos a Ana mi concuña para que viera en la TV cual sería la garita más indicada para atravesar, la de "arriba" o la del centro. Nos recomendó la de "arriba", pero no por el libramiento sino por el periférico. En efecto, cuando llegamos la cola era bastante más corta para los que veníamos por el periférico que para los que venían por el otro lado.

Aquí cabé un paréntesis, es un hecho cientícamente comprobado que la cola más lenta, de cualquier cosa, es en la que me formo yo. Si alguno de Uds. me ve formado en una cola, para lo que sea, y existe cualquier otra opción para formarse, usen esa alternativa, no importa que la vean más larga. Yo les aseguró que avanzaran mucho más rápido que en la cola en la que yo me encuentre.

Así que lentamente fuimos avanzando, viendo com los carros que se encontraban a ambos lados lo hacían con singular facilidad. A mi me comenzaron a atacar unas ganas de orinar horribles. Después de 40 minutos eramos el segundo carro en la cola. Avanzó el carro de enfrente, pasó y cuando me disponía a avanzar el oficial se paró y me hizo señal de que esperara, yo comenzaba a retorcerme en el asiento. Rebeca solo decía "M'hijito, te vas hacer pipi". Yo lo temé con calma y pensé, "Ya nada más nos puede pasar".

El oficial nos hizo la señal de que pasaramos. Llegamos, le entregue las "micas" (las visas), nos hizo la preguntas de toda la vida, "¿De donde vienen?, ¿a donde van?, ¿viaje de placer o negocios?, ¿es suyo el carro?". A todo contestamos puntualmente, yo todo lo vi normal, lo único raro que vi es que la última pregunta, la de si era yo el dueño del carro, la hizo dos veces. Me regreso la "mica" de Rebeca, pero la mía la puso con un papelito en el parabrisa y me indico que fuera donde estaban revisando los vehículos.

Apenas llegamos nos cayeron como cuatro oficiales, nos bajaron del carro y se pusieron a revisar el carro. Yo sentía que inminentemente me orinaba, pero pensé que lo más absurdo sería salir corriendo mientras revisaban mi carro, ya ven la paranoia que se treaen ultimamente los gringos. Así pues me encontraba yo apretando la piernas, inclinándome de un lado a otro mientras 4 oficiales revisaban mi carro. Mi situación fue tan evidente que un oficial de repente me dijo: "Si Ud quiere ir al baño están allá enfrente". Salí corriendo, y entre como deseperado al baño, que para mi fortuna tenía el único migitorio libre...

Alguna vez se han dado cuenta con que tan poco puede ser increiblemente feliz un hombre...

Cuando salí del baño ya habían acabado de revisar el carro, así que agarramos camino nuevamente, solo paramos a cargar gasolina. El resto del camino no tuvimos problemas, llegamos a casa de Helen por ahí de las 6:30 p.m.

La tarde se nos fue platicando, Rebeca y Helen tomando cerveza, yo babeando, sin poder tomar. Nos dormimos temprano. Hacía un frío de los mil demonios y estaba muy nublado.

El viernes en la mañana lo dedicamos a hacer compras, como siempre, uno piensa que va ser poco, pero acaba siendo bastante más de lo planeado.

En la tarde fuimos a comer sushis con Helen, Andrea y Nicole. en la tarde nos quedamos en casa de los Snyders. A la hermanitas Tirado no les paraba la boca, en algún momento Andrea me comentó: "es un peligro juntarlas". En la tarde Bill me comentó que para el domingo se pronosticaba cielo despejado, pero bastante frío. Como yo estaba seguro de estar protegido por los dioses del maratón le dijé que de seguro con el sol ya no haría tanto frío. Nuevamente nos dormimos a buena hora.

El sábado nos levantamos temprano, pasamos al mall para algunas compras que quería Rebeca, la pobre o no encontró o lo que encontró tenía precios exorbitantes.

De ahí nos fuimos al "down town", el mero centro de Phoenix, a la expo del maratón a registrarme y recoger mi número, chip y paquete de regalos y promociones. Era una locura, una tercera parte de las calles las están levantando por obras, según entendi con el "metro" que están construyendo, otro tercio estaba cerrado por los preparativos del maratón, así que me sentí transportado a la Cd. de México. Los estacionamientos que estaban a una cuadra de la expo cobraban $20 USD la hora. "¡VAS A PAGAR ESO DE ESTACIONAMIENTO!, ESTÁS LOCO" , comentó Rebeca, bueno más bien lo gritó. "Estos gringos son tan flojos que a 3 cuadras vamos a encontrar algo mucho más barato" le dije. En efecto a 3 cuadras había un estacionamiento que cobraba la tarifa normal, $2.00 USD la hora.

Nos bajamos, recogí todo, me porté como un campeón, no compré nada. Salimos y regresamos al carro. Para salir del "downtown" tuve que dar varias vueltas, porque varias de las calles cerradas eran en las que yo me se mover. Por fin logramos salir.

¿Saben como estaba el Tiempo?, helado y nublado. Pero yo confiaba en los dioses del Maratón, no me iban a abandonar.

De ahí nos fuimos al Arizona Mills, una mega plaza comercialde de "inlets", se supone que todo es más barato. Hicimos más compras, como buenos padres todo para Mariana y Guille. Salimos, ya cerca de casa de Carlos y Caterina, en Tempe, les marcamos, para avisarles que comíamos y les caíamos en casa.

Nos pasamos la tarde con ellos, Benjamín ya nos tiene muy ubicados, pero al principio como que a Sarah le dió pena. Pero ya que agarró confianza nomás' no soltó a Rebeca. Cuando me di cuentaya estaban las dos en la cama viendo a la cenicienta.

Caterina se apuntó un 10 y en concideración de que al día siguiente correría el maratón preparó para cenar una buena pasta. Cenamos y salió el comentario del clima. "según el pronóstico va a estar soleado, pero muy frío", comentó Carlos. Yo les dijé que saliendo el sol todo mejoraría, confiaba en que los dioses del maratón me protegerían. Caterina y Rebeca decidieron que mejor que esperarme en la meta lo harían en algún punto en el camino cerca del final. Yo estuve totalmente de acuerdo y que al acabar la carrera caminaría las pocas cuadras entre el estadio de ASU, la meta, y la casa de ellos para evitar el buscarnos en la muchedumbre. Carlos me dijó que el me llevaría a la salida del maratón temprano en la mañana. Nos fuimos a dormir.

Me levanté temprano y me preparé, a pesar de que confiaba en los dioses del maratón me vestí como cebolla, capa tras capa. Salí al comedor y me abrí mi lata de café helado y mi barra energética. No bien me las había terminado cuando se apareció el Pirulee. "¿Te desperté?", le pregunté. Pues no, más bien resultó que Benjamín pasó mala noche, lo atacó la gripe.

Me llevó Carlos a la salida, en el "down town", salimos como a las 6:30. El tiempo estaba helado, pero yo confiaba que a penas saliera el sol todo mejoraría, los dioses del maratón se harían presentes.

A diferencia de hace un año, Carlos agarró otro camino y llegó rápidamente, pero por otro lado, se acercó lo más que pudo, Así que me bajé y caminé, siguiendo a los otros corredores que iban llegando. Al principio me desorienté, ya que llegué por la parte de "atras", la salida. Pero ya que encontré donde estaban los camiones para entregar las cosas a llevarse a la meta me orienté. Encontré el camión que me correspondía, pero me negaba a quitarme los pants y la gorra de lana. Hacía un frío horrible.

Total, cuando vi que se acercaba la hora me quité los pants, la chamarra me la quitaba y me la ponía. Hasta que decidi que con las dos camisas de manga larga que traía sería suficiente. Ahora el problema era la cabeza, temía quitarme el gorro de lana, pero si hacía calor extrañaría la cachucha, por el sol. Inclusive busqué como usar las dos, pero nomas' no pude acomodarlas. Así que acabé aventando la gorra a la bolsa y me puse la cachucha. Me acomodé el shufle de manera que si en algún momento aventaba la camisa exterior no me hiciera bolas con los cables de los audifonos, Me encaminé a mi corral.

Tenía poco de acomodarme cuando dieron la salida, prendi mi música y arranqué, hacía un p*&$%e frío. "¿Que pasó con los dioses del maratón?", pensé.

Me concentré en mi música, ya que al principio es dificil avanzar. Entre maratón y medio maratón se inscribieron más de 34,000 corredores, para el maratón fueron 10,224. Así que la salida parecía la estación Pino Suarez del metro del DF un día entre semana a las 8:00 de la mañana.

Después de un rato agarré mi paso, buscando estar cerca de los 155 latidos/minuto, y disfrutar de la carrera. Lo cual no era fácil, es la primer vez en mi vida que tengo más de una hora de correr y los dedos de los pies los sigo sintiendo entumidos.

Hace 2 años corrí este mismo maratón, ahora no había tanta gente echando porras, y los que estaban traían abrigos, chamarras, bufandas, gorros y lo que se les ocurra, solo se les veían los ojos. No sé por donde tomaban el café, ¿sería chocolate?, qua la mayoría traían en mano. ¡A que p*&$%e frío!.

La ruta del maratón atraviesa por 3 de las ciudades que forman la "gran" zona metroplitana de Phoenix. Estás son Phoenix, Scottsdale y Tempe, es por ello que se llama Rock and Roll Arizona, y no Phoenix, Marathon.

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memosoberon

Cuando iba por Camel Back, una de las principales vialidades de Phoenix, me encontré con una de esas pantallas que dan la hora y la temperatura. La hora eran más de las 9:00, la temperatura...

32°F, ¡¡¡0°C!!!, ¿Dónde estaban los dioses del maratón?!!

Decidí que lo mejor era olvidarme de los irresponsables dioses, de seguro estarían en cama tomando chocolate, mientras más de 10,000 de sus seguidores corríamos en el 14 de enero más frío en los últimos 16 años en el valle de Phoenix.

Poco a poco fui agarrando calor, me ayudo mucho la magnífica selección de música que hice para el evento (la lista comentada la puedes encontrar aquí), cada véz había más gente echando porras. Ocasionalmente, cuando alguien en la banqueta levantaba la mano, chocaba la mía con la suya. Pero en una recta, que había bastante gente, una pequeña niña me levantó la mano, en el momento que extendí la mía vi que se levantó una hilera interminable de manos, fueron algunos cientos de metros de ir chocando manos, fue el momento en que más se me subío la frecuencia cardiaca.

Me volvi a calmar y a concentrarme en mi carrera. Pasé la marca del medio maratón en poco más de 2 horas. Cuando llegué a la marca de 30 kms llevaba 3:06. "Si aprieto puedo acabar antes de 4:15", pensé y comencé a acelerar. Yo solo me calmé, si me tronaba no iba a terminar en 4:30 que era mi meta, así que regersé a los 155 de frecuencia cardiaca,

Como comenté en alguna entrada anterior, me sentía mucho mejor que cuando corrí aqui hace 2 años, o en Mazatlán en el 2002. Tan fuerte como en el maratón de Tucson en el 2001. La principal diferencia es que para este año yo diseñé mi plan de entrenamiento a mi medida personal. Durante la carrera me sentí siempre muy bien.

Todos los que han corrido un maratón saben que este se conforma de dos mitades, la primera esta formada por los primeros 32 kilómetros, la segunda por los restantes 10.195. Está última parte es con mucho la más pesada. Aún así yo no dejé de disfrutarla. Pasé la milla 23, "solo un poco más de 5 kms.", pensé. En eso me entro la duda, "¿que no por la milla 21 iba a estar la familia para echarme porras?"

Seguí manteniendo mi paso, desanimaba un poco ver cada vez más corredores acalambrados o tronados, pero mantuve el paso. Llegué a la milla 24, "3.5 kms más, solo eso", supusé que ya no vería a la familia. La distancia entre la milla 24 y 25 se me hizo enterna, pero al fin llegué a esta última. "Ya menos de 2 kms", pensé. Pero sentí que me desinflaba. En eso escuche unos gritos. "¡¡¡MEMO, MEMO!!!", eran Rebeca, Caterina y Sarah. Me paré, las salude, fue justo en el momento indicado, me dieron fuerzas que sentí que ya no tenía. Aceleré y ya no bajé el ritmo, cuando vi la meta aceleré un poco más. Al atravezar la meta chequé mi cronómetro, 4:24, cerca de 2 minutos menos que mi mejor tiempo*, el de Tucson en el 2001.

Podría ser que los dioses del maratón me hubieran abandonado, pero mi chica apareció en el momento preciso.

*Ya comparando los tiempos oficiales, mejoré mi marca personal en 1 minuto 31 segundos.



miércoles, enero 17, 2007

Nota informativa...

Para los que leen este blog.
Ya estoy de regreso, me fue muy bien, mejoré mi marca personal en 2 minutos, la nueva marca ahora es 4:24:20.
Nada más que me de un tiempo escribo el relato.

miércoles, enero 10, 2007

Fin de entrenamiento

Fecha: 10 de enero de 2007
Distancia (kms): 5.27
Paso: 7'09”/km
FCP (Puls/min): 141
Ruta: Camino a Tinajas
Clima:frio, nublado.
Divagaciones:
Una carrera muy corta, sola para no llegar entumido al gran día.
La idea esta semana era dos corriditas cortas como la de hoy, pero como el sábado sentí un ligera molestía en la planta del pie izquierdo decidi un día más de descanzo. Así que habría tenido que correr ayer, pero para el seguro de gastos médicos nuevo que estoy sacando ayer nos sacaron muestras de sangre para una evaluación médica.
Así que hasta hoy corri, podría repetirlo mañana, antes de salir, pero creo que lo mejor es dar por terminado el entrenamiento, no creo que en el tappering sea bueno dos carres en días seguidos, aunque sean cortas.
Hay modificaciones en el plan de viaje, mañana salimos directo hasta Phoenix, bueno a Peoria, donde vive la helen. El viernes recojo mi paquete en la mañana y lo dedicamos a las pocas compras que tenemos. El sábado nos mudamos a Tempe, a casa de Carlos y Caterina, que esta muy cerca de la meta del maratón.
La única duda es si el domingo en la tarde, ya que me haya bañado y relajado de la carrera, nos quedamos en Tempe o nos vamos a dormir a Nogales. Creo que eso dependerá del estado en que acabe.
Ya les conatré la próxima semana.

domingo, enero 07, 2007

A una semana

Fecha: 7 de enero de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'55”/km
FCP (Puls/min): 141
Ruta: Camino a Tinajas
Clima:fresco, seco.
Kms en la semana: 31.65

Kms totales en entrenamiento: 623.44

Promedio durate entrenamiento Km/sem: 41.56

Divagaciones:
La de hoy si que fue una corrida tranquila, muy tranquila. Regresé a la ruta del camino a Tinajas, consideré que estando ya tan cerca del día del maratón lo mejor es no arriesgarse. Aún así decidí seguir la subida de la calle Cananea, es una broma comparada con las colinas de la otra ruta, pero una colina al fin.
Ayer me llegó por fin el sobre con mi resgistro y las última indicaciones. Cuando vi que tardaba en llegar me precupé, pero el viernes, revisando la hoja de web del maratón, me encontré que si no llegaba la información se podría bajar de allí a partir del 9 de enero. Como sea, llegó, correré con el número 9023, saliendo del corral 9.
El plan es salir el jueves a medio día para dormir en Nogales en casa de Armando y Ana. El viernes salir temprano, antes de que se haga la cola en la garita. Irnos directo a Phoenix, pasar a la expo del maratón a recoger mi paquete y de ahí a casa de la Helen para pasar el día y dormir allí. No tenemos planeadas muchas compras, pero sería hacerlas la tarde del viernes y la mañana del sábado. En la tarde del sábado mudarnos a casa de Pirulee (mi cuñado Carlos) y Caterina en Tempe para dormir con ellos. El maratón termina allí, en el Estadio de la Universidad Estatal de Arizona. Además de que hay camiones desde Tempe a la línea de salida.
El domingo el gran día...
Ya me entró el nervio...

sábado, enero 06, 2007

Seré bruto...

Fecha: 5 de enero de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'32”/km
FCP (Puls/min): 148
Ruta: Estero del Soldado
Clima:fresco, seco.
Divagaciones:
Ahora si ya me siento en el "tapering". Nunca he sabido como traducir ese término al español, es lo malo de que todo lo que he leído de correr es en inglés. Pero digamos que es el "aflojeramiento" que se debe tener semanas antes de la carrera. Podía decir que la comencé desde el 9 de diciembre que corrí la última corrida de 31.65 kms, tres cuartos de maratón. A partir de ahí comencé a bajarle al kilometráje. Pero siendo estricto diría que las carreras largas de las siguientes 3 semanas aún fueron lo suficinetemnte largas como para decir que ya estaba en el "tapering".
El problema con este periodo de "aflojeramiento" es que ya con la emosión de estar cerca del gran día, ya menos de 10 días, que uno se emosiona. Pero es mejor cuidarse, no arriesgarse tontamente a una lesión y comer bien, en ferenecia a calidad, no cantidad.
En todo esto pensaba mientras corría, también pensaba en mis hijos y Rebeca. Se encuentran en estos momentos en Monterrey. Guille comienza sus estudios de profesional, en diseño industrial. Mariana se muda del departamento en que vivía a uno que encontró con dos habitaciones para vivir con su hermando. Mi mujer, que es una madre absoluta, se fue con ellos a ver que su bebé no tuviera problemas al inscribirse y que sus dos criaturas quedaran bien instaladas.
Así pues estoy completamente solo...
La corrida estuvo muy rica, hacia el oeste se veían unas nubes, más allá de San Carlos, pero al esté todo estaba despejado con sol. Precisamente donde se acababan las nubes e iniciaban los cielos azules estaba la luna llena. Para complemento, mientras disfrutaba del paisaje, aparecieron dos hermosos cuervos, que me dieron varias vueltas acompañándome un rato, me encantan esos pajaros. Estoy seguro de que saben cuando trae uno una cámara, ya que cuando la traigo brillan por su ausencia.
Total acabé la carrera y llegué al carro. Saqué de mis shorts las llaves y las dirigi al ojo de la cerradura de la puerta...
¿Han tenido algún momento en que dudan seriamente de su inteligencia?
Cuando observaba la llave que tenía en la mano y la cerradura en que la quería meter pensé, "que bruto soy"...
Levanté las llaves, a la altura de mis ojos y las contemplé intensamente, como si ello pudiera cambiar la situación en la que me encontraba. "Que bruto soy", exclamé, ahora si en voz alta.
Cuando corro la ruta del estero del soldado me voy en carro, el que estaciono al final de la colonia Tinajas, desde donde inicio la carrera.
El llavero de mi carro es de esos que se separan en dos partes, así que cuando termino de ponerme mis "gadgets", separo el llavero, dejándo la parte que tiene las llaves de la casa en el carro, y me guardo las otras en el short. Reviso que esté bien cerrado el carro y me voy a correr.
Pues las llaves que observaba con incredulidad frente a mi carro eran las llaves de la casa...
Si, me había equivocado de mitad del llavero y había aventado dentro del carro sus llaves y luego me había cerciorado de que todas las puertas estuvieran cerradas.
Así que me encontraba como a 6 kms de casa, sin teléfono para pedir auxilio (si, también estaba dentro del carro).
Me puse a pensar a quien conocia en los rumbos de Tinajas para darle la lata. Los único que se me ocurrieron fueron Gaby y Javier Seldner, pero a esas horas no me sonaba que estuvieran en casa.
En eso se me ocurrió mejor Sergio Farell, era cosa de caminar un poco más de 2 kms, pero él de seguro estaría en su negocio, el vivero.
Así pues caminé al vivero, donde Sergio me rescató, siempre es bueno tener amigos.

miércoles, enero 03, 2007

Libre de Santander-Serfin

Fecha: 2 de enero de 2007
Distancia (kms): 10.55
Paso: 6'15”/km
FCP (Puls/min): 148
Ruta: Estero del Soldado
Clima:fresco, seco.
Divagaciones:
La carrera la hice a medio día, en la noche sentí algo de irritación en la garganta y consideré que no convenía arriesgarme a una enfriada, no sea que Mocoman ataque de nuevo.
En la corrida del domingo pasado hicé un balance del año, ahora fue más contemplativo, disfrutando mi música y del espectáculo escénico. Pero me di cuenta que de que como corredor no hice aún un balance, yo creo que será mejor hacerlo después del maratón.
Llegué de correr, comencé a hacer llamadas en "mi oficina", salió una nueva propuesta para una planta de procesamiento de aguas residuales. En eso estaba cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?
Pues no era del banco Santander-Serfin, pero si de un despacho legal que los representa. Pues resulta que de la tarjeta vieja que tenía de ese banco contaba con un adeudo. Me declaro culpable, me fui de vacaciones y se me olvido pagar. Tenían razón en buscarme y pasar mi adeudo con un mes de vencimiento a un despecho legal. De seguro los $109.00 de mi deuda debe tener al banco en serios problemas.
Fui al banco a pagar, para asegurarme que todo quedara saldado y cancelar la tarjeta. Había una cola formidable, los jubilados del seguro estaban cobrando su pensión. Me di media vuelta y regresé a casa, "lo haré mañana", pensé.
Llegué a casa, me puse a trabajar en la nueva presentación cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?, si del despacho legal nuevamente.
Tomé aire y le pregunté a la Srita, "Dígame Araceli", ya ven que siempre se identifican (y es bueno apuntar los nombres), "¿me puede dar el total del adeudo para que quedé todo saldado?"
"Si, Sr. Soberón, $423.00".
Pobre banco, ¿cuanto estará gastando para que yo pague un poco más de 400 pesos?
Así que me comprometí a hacer el pago inmediatamente, colgué me metí a la banca electrónica de bancomer y en 5 minutos ya estaba.
Le hablé a Araceli para informarle que había cumplido. No estaba ella, pero una Maribel me tomó la llamada, me pidió el folio de la transacción, se lo dí y me dijo que ya estaba todo resuelto.
Un poco después de comer sonó el teléfono, ¿quien creen?. Si en efecto, del despacho, para pedirme que pagara. Tomé aire les expliqué que ya estaba pagado y que ya les había dado todos los datos de la transacción. Me pidieron disculpas, pero me pidieron todos los datos nuevamente. Se los dí y pedí instrucciones para cancelar mi tarjeta. "Tiene que ir al banco a solicitarlo, cuando lo hagan tiene que pedir un folio de cancelación, es importante para cualquier aclaración".
Como era tarde tendría que dejarlo para el día siguiente (hoy).
Como el conato de gripa no se me quita me levanté un poco tarde. La casa era un mini caos, Guille tuvo ayer "chorcha" de despedidad. Aunque debo aceptar que, comparado con las "chorchas" anteriores, dejaron levantado.
Desayuné, me bañé, me disponía a ir al banco cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?.
Pues no, nada relacionado con Santander. Era del Tec, buscando a Guille. Lo desperté ya que supuse que serían instrucciones para su inscripción. Eso era, pero faltaba el "registro administrativo", o sea aún no habíamos pagabamos la inscripción. Así que me metí a internet, rápidamente obtuve el monto a pagar y pagué por la computadora.
Por fin salí al banco, nuevamente había un gentío. Para colmo solo había una ejecutiva atendiendo, ¿para que poner 4 escritorotes si solo hay una persona atendiendo?. Delante de mí había 3 personas, así que esperar.
Por fin llegó mi turno. Cuando le expliqué mi asuntó, y le mostré el comprobante de pago que llevaba. "Eso es de otro banco". Yo creo que me puse de color rojo profundo porque inmediatamente puso cara de preocupación. "Señorita, si revisa el papel se dará cuenta de que es un comprobante de la transacción de la Banca electrónica de ese banco, que si me atienden bien, para pagar la tarjet de su banco, que es un martirio". Me pidio el número de tarjeta y mientras consultaba en la computadora me dijo, "esto no lo puede hacer aquí, tiene que hablar a este número 800, apriete la tecla 2", mientras hablaba escribía, "y pida que se la cancelen. Pero no va a poder porque tiene un saldo a su favor de $0.34". Al poner yo cara de interrogación me dijo que tendría que hacer un pago por esa cantidad para dejarla en ceros. "Srita, ¿que puedo pagar que valga 34 centavos'"
Lo único que se le ocurrió decir es que mejor hablara al número 800 y viera si ahí me podían ayudar. "Srita, su banco es lo peor, que tenga una buena tarde".
Llegué a casa, le platiqué a Rebeca el resultado de mi ida al banco y me fui a mi "oficina". No bien había entrado cuando sonó el teléfono, ¿quien creen?
Si del despacho, pobre cuate, llegó un momento en que solo escuchaba que me decía, "perdón, perdón, pero ya no me grite". Pues si, tenía razón, él solo cumplía con su trabajo, fregar al projimo. Así que tomé aire pedí disculpas y le pregunté que podí hacer para que ya no hablaran. Se comprometió a que el vería que ya no me hablaran y nos despedimos.
Inmediatamente marqué al número 800, opción dos. Una grabadora, "por favor escriba el número de su tarjeta de crédito", y a teclear 16 números. Supongo que me equivoqué, a las prisas no encontraba mis lentes, porqué me pidió que lo escribiera nuevamente. Lo hice y la máquina me dijo: "tarjeta número" y repitio los números uno a uno, "tiene un saldo positivo al dí de hoy de cero pesos con trenta y cuatro centavos". La grabadora siguía diciendo: "si quiere escuchar su saldo nuevamente apriete el número 2, si quiere....". A esperar, para hablar con un ejecutivo era la tecla asterisco, se imaginarán.
"Por el momento todos nuestros ejecutivos están ocupados, espere en la línea", espara breve y me contestó un Sr. "¿Estoy hablando con el Sr Soberón?", y a expliacrle que quería cancelar mi tarjeta. Me pidió razones, se tuvó que soplar mi respuesta, eso le pasa por preguntar, y me pasó con otro ejecutivo de cuenta, "no cuelgue por favor". Espera un poco más larga. Me contestó una señorita, le dijé para que hablaba, pidió razones, se tuvo que fregar con toda mi retaíla.
Comenzó a quererme convencer de que era un error cancelar la tarjeta. "Por favor cancelé mi tarjeta", respondí. Volvió a decirme mil razones para que cambiara de opinión, "por favor cancelé mi tarjeta". Cuando comenzó a hablar, le dijé, "por favor cancelé mi tarjeta". "Pero Sr. Soberón...." empezó a decir, "por favor cancelé mi tarjeta", la interrumpi. "Pero...","por favor cancelé mi tarjeta". "Per...","por favor cancelé mi tarjeta". "Pe...","por favor cancelé mi tarjeta". "P...","por favor cancelé mi tarjeta".
"Esperé un momento", dijo, "Sr. Soberón, tiene un saldo de $0.34, acepta renunciar a ellos", le dije que si y me pidió esperar nuevamente. Ahora si una espera larga, muy larga, estuve a punto de colgar, pero recordé que era un número 800, así que esperé.
"Gracias por esperar, su folio de cancelación es ...."
¡¡¡¡POR FIN, ESTOY LIBRE DE SANTANDER SERFÍN!!!!!